El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se someterá a una cirugía para extirparle la próstata este domingo, tras haber padecido una infección del tracto urinario. La operación se produce en un contexto de tensiones políticas y conflictos bélicos en la región.
Netanyahu, de 75 años, fue diagnosticado con una infección resultante de un agrandamiento benigno de la próstata durante un chequeo médico en el hospital Hadassah de Jerusalén. A pesar de su estado de salud, su oficina ha confirmado que la reunión de gabinete programada para mañana se llevará a cabo, aunque no se ha especificado si el primer ministro estará presente.
Este no es el primer problema de salud que enfrenta Netanyahu en los últimos meses. En marzo, fue sometido a una cirugía para extirpar una hernia y, en julio, se le implantó un marcapasos tras detectar un problema cardíaco. La situación se complica aún más debido a la guerra en Gaza, que ha intensificado la presión sobre su gobierno.
La salud de Netanyahu se encuentra en el centro de un panorama político tenso, marcado por la guerra entre Israel y Hamas, que comenzó tras el ataque terrorista del 7 de octubre de 2023. Este conflicto ha dejado un saldo devastador de aproximadamente 1.200 muertos y 250 rehenes. Las autoridades israelíes han declarado que el país enfrenta una guerra en múltiples frentes, incluyendo amenazas de Hezbollah en Líbano y milicias proiraníes en Siria.
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Además de sus problemas de salud, Netanyahu se enfrenta a un juicio por corrupción, el primero en la historia de Israel contra un primer ministro en funciones. En su declaración del 10 de diciembre, rechazó las acusaciones de sobornos, fraude y abuso de confianza pública, afirmando que estaba más enfocado en asuntos de importancia mundial. A pesar de las protestas de sus seguidores y detractores frente al tribunal, Netanyahu ha manifestado su intención de demostrar su inocencia.
El juicio, que comenzó en mayo de 2020, ha sido interrumpido en varias ocasiones, incluyendo por la guerra en Gaza, y se ha trasladado de Jerusalén a Tel Aviv por razones de seguridad. La situación actual plantea interrogantes sobre el futuro político de Netanyahu y su capacidad para liderar en medio de crisis tanto personales como nacionales.