La batalla legal en torno a TikTok ha alcanzado su punto más crítico. La aplicación, propiedad de ByteDance, enfrenta una posible prohibición en Estados Unidos si no cumple con una exigencia clave: desvincularse de su empresa matriz china antes del 19 de enero de 2025. En medio de esta tensión, el presidente electo Donald Trump solicitó a la Corte Suprema una pausa temporal que permita a su administración buscar una solución política al conflicto.
Esta solicitud llega en un momento decisivo, cuando la incertidumbre sobre el futuro de la plataforma mantiene en vilo a millones de usuarios, creadores de contenido y empresas que dependen de TikTok para sus actividades diarias.
El equipo legal de Donald Trump presentó un documento ante la Corte Suprema de EE. UU., solicitando posponer la fecha límite del 19 de enero de 2025, establecida para que ByteDance venda TikTok o enfrente su prohibición total en territorio estadounidense.
El argumento central de esta petición gira en torno a una supuesta 'tensión entre los derechos de libertad de expresión y las preocupaciones de seguridad nacional'. Trump considera que esta disputa no debe resolverse apresuradamente y que su administración podría encontrar una 'resolución política' sin necesidad de una intervención definitiva por parte del tribunal.
"Una pausa otorgaría al presidente Trump la oportunidad de buscar una solución política que podría evitar la necesidad de un fallo judicial sobre estos temas constitucionalmente relevantes", destacó el documento oficial.
La administración del presidente Joe Biden ha defendido con firmeza la necesidad de restringir las operaciones de TikTok en Estados Unidos. El argumento principal es que el control chino sobre la plataforma representa un riesgo significativo para la seguridad nacional.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos sostiene que los datos personales de millones de usuarios estadounidenses podrían ser vulnerables ante posibles solicitudes del gobierno chino. Esta postura ha contado con el respaldo de legisladores de ambos partidos, quienes han expresado su preocupación por el acceso extranjero a información sensible.
Por su parte, ByteDance ha negado estas acusaciones en repetidas ocasiones. La empresa asegura que los datos de los usuarios estadounidenses están almacenados fuera de China y que se cumplen estrictos protocolos de seguridad.
A pesar de estas garantías, la presión política ha llevado el caso hasta la Corte Suprema, donde se decidirá si la ley aprobada en abril sigue en pie o si se anula para permitir a la plataforma seguir operando.
Si el 19 de enero de 2025 llega sin que ByteDance haya vendido TikTok o sin una resolución judicial favorable, la aplicación podría quedar bloqueada en EE. UU. Esto no solo afectaría a millones de usuarios, sino también a empresas y creadores de contenido que dependen de esta red social para sus ingresos y campañas publicitarias.
El impacto económico de una prohibición sería significativo, considerando que TikTok ha revolucionado las estrategias de marketing digital en los últimos años. Además, la desaparición de esta plataforma en el mercado estadounidense podría generar un vacío que otras redes sociales buscarían llenar rápidamente.
Mientras la Corte Suprema evalúa el caso, la incertidumbre continúa afectando tanto a los usuarios como a las partes involucradas en esta disputa.
