Desde el histórico anfiteatro del Parque de la Exposición, cuya gestión pretende demoler, Rafael López Aliaga presentó la rendición de cuentas de su segundo año como alcalde de Lima. Lo hizo el último jueves por la noche en medio de una serie de obras, promesas y anuncios en torno a diversos sectores.
Sin embargo, el punto más débil de la gestión de López Aliaga fue el tema de las grandes obras de infraestructura vial, debido a que estas aún continúan en papeles, en opinión de especialistas. La mayoría de proyectos no cuenta con expedientes técnicos y solo pocos tienen a constructoras que ganaron la buena pro.
Eso sucede, por ejemplo, con los tan anunciados puentes elevados o vías rápidas que su gestión espera implementar en las avenidas Huaylas (Chorrillos), Wiesse (San Juan de Lurigancho), Javier Prado (La Molina), La Marina (San Miguel), Gamarra (Los Olivos), Túpac Amaru (Independencia), Canadá (La Victoria) y Huarochirí.
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En esa situación se encuentra también el viaducto Las Américas que se levantará en la avenida Paseo de la República (a la altura de la avenida México) y que ingresará a la avenida Las Américas. En mayo del 2025 empezarán las obras, a pesar del rechazo de los vecinos.
Otro proyecto es el viaducto Arriola que interconectará la avenida Javier Prado Este (San Isidro) con la avenida Arriola. El 17 de diciembre último empezó el proceso para elegir a la empresa que la edificará.
López Aliaga también mencionó a la nueva Vía Expresa Grau, que conectará el Metropolitano con la Línea 1 del Metro. “Ya hay una buena pro (de la empresa constructora). Es pequeña, pero es la más importante. La entrega del primer tramo de 5 kilómetros está prevista para agosto del 2025”, dijo.
Agregó que, en el caso de la Vía Expresa Sur, ya se tiene un tramo de un kilómetro de vías auxiliares que llegará hasta la Panamericana Sur desde Surco. En tanto, dijo que, en enero, espera firmar contrato con la empresa que construirá la Vía Expresa Norte. Además, señaló que las obras de la autopista Ramiro Prialé, que no tendrá peaje desde Las Torres hasta Ñaña, para luego continuar hasta Morón y la Carretera Central.
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López Aliaga reconoció que sus grandes obras siguen en papeles. “El primer año fue de austeridad, el segundo de diseño y convocatoria de concursos públicos y el tercer año es de cosecha. Así se trabaja”, aseguró.
“Esperemos que estas obras en papeles sigan con un avance lento para que la próxima gestión las evalúe. Los puentes aéreos y los viaductos no son soluciones, solo son parches ante la deficiente gestión del tránsito”, afirmó la vocera del colectivo Peruanos de a pie, Cynthia Yamamoto.
Agregó que estos proyectos generan una falsa sensación de mejora porque, al final, trasladan la congestión de un punto a otro y además afectan el paisaje urbano con más cemento.
De esta forma, señaló que los puentes aéreos son un despropósito. “Es la renuncia implícita a la labor de gestionar el tránsito a través del diseño vial y la semaforización”, sostuvo.
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Debido a ello, exhortó a los colegios de ingenieros y arquitectos que se pronuncien sobre estos proyectos. “Se presentan como soluciones, pero no hay aún sustentos técnicos. Además, se ha endeudado y ya se paga altos intereses por el dinero que no se está usando”, dijo.
“Su construcción va a complejizar y encarecer la ejecución de una obra vital para el transporte masivo que conectará Lima Este con el Callao y el aeropuerto Jorge Chávez”, afirmó.
El director de Luz Ámbar, Luis Quispe Candia, aseguró que los puentes elevados y los viaductos son solo soluciones paliativas. “Lo que urge es mejorar el sistema de semaforización y el control de la velocidad; así como contar con cámaras de fiscalización”, señaló.
Dijo que las vías expresas Sur y Grau sí son importantes, pero no deben tener demoras.
