Un avión de Azerbaijan Airlines se estrelló en Kazajistán el miércoles 25 de diciembre, un accidente que dejó 38 muertos. El director de aviación civil de Rusia, Dmitri Yadrov, la tragedia ocurrió en un contexto de ataques de drones ucranianos dirigidos contra infraestructuras civiles en Grozni, destino final de la aeronave, de acuerdo con un mensaje que compartió en su cuenta de Telegram.
El Kremlin, por su parte, informó este viernes 27 de diciembre que evitará emitir declaraciones oficiales hasta que concluyan las investigaciones. Mientras tanto, imágenes del fuselaje del avión y afirmaciones de expertos han planteado la posibilidad de que el accidente haya sido causado por un impacto de misil proveniente de Rusia.
El avión Embraer 190, que transportaba a 67 personas, despegó de Bakú (Azerbaiyán) con destino a Grozni, la capital de Chechenia. Sin embargo, en circunstancias aún poco claras, se desvió de su ruta y terminó estrellándose cerca de Aktau, un puerto de Kazajistán en el mar Caspio. Este accidente aéreo dejó un saldo de 38 personas muertas, según lo confirmado por las autoridades locales.
El director de la agencia rusa de aviación civil, Dmitri Yadrov, afirmó en Telegram este viernes 27 de diciembre que el accidente ocurrió en medio de ataques de drones militares ucranianos dirigidos a infraestructuras civiles en Grozni y Vladikavkaz. “En ese momento, drones militares ucranianos lanzaron ataques terroristas contra infraestructuras civiles en las ciudades de Grozni y Vladikavkaz”, declaró Yadrov e indicó que esta situación pudo haber influido en el desvío del vuelo.
Imágenes del fuselaje del avión muestran agujeros que, en conformidad con el diputado azerbaiyano Rasim Musabekov, “normalmente son causados por misiles de defensa antiaérea”. Este comentario refuerza las sospechas de que un sistema de defensa ruso pudo haber alcanzado la aeronave de manera accidental.
Un funcionario estadounidense, que prefirió el anonimato, aseguró que existen indicios de que un sistema ruso de defensa antiaérea impactó el avión. De confirmarse, este hecho pondría en entredicho las medidas de seguridad aérea implementadas por Rusia durante su ofensiva en Ucrania. Sin embargo, ni Rusia ni Azerbaiyán han confirmado esta hipótesis oficialmente.
El accidente ha generado tensiones en las relaciones internacionales, especialmente entre Rusia, Azerbaiyán y los aliados de Ucrania. Mientras tanto, el Kremlin, a través de su portavoz Dmitri Peskov, subrayó que no emitirá declaraciones hasta que se conozcan los resultados finales de la investigación. “Hay una investigación en curso, y hasta que no se conozcan las conclusiones, consideramos que no tenemos derecho a hacer ningún comentario y no lo haremos”, afirmó Peskov.