Este viernes 27 de diciembre, Azerbaijan Airlines, aerolínea dueña del avión Embraer 190 que se estrelló en Kazajistán el miércoles 25 diciembre, ha declarado que el accidente aéreo —que dejó un saldo de 38 muertos— fue causado por "interferencias externas, físicas y técnicas", ya que sucedió en una región marcada por tensiones geopolíticas, de acuerdo con los resultados preliminares de la investigación.
El avión, con 67 personas a bordo, había desviado su trayectoria hacia el oeste de Kazajistán antes de impactar contra el suelo e incendiarse. Un sobreviviente declaró que una explosión se produjo fuera del avión, mientras expertos analizan imágenes que muestran daños compatibles con impactos de proyectiles.
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El vuelo J2-8243, que cubría la ruta entre Bakú, la capital de Azerbaiyán, y Grozni, en Rusia, enfrentó un trágico desenlace el miércoles pasado. A pesar de contar con un itinerario definido, el avión desvió su rumbo, estrellándose cerca de Aktau, en el oeste de Kazajistán, una región que no estaba dentro de su ruta prevista. Las autoridades kazajas confirmaron la muerte de 38 personas, mientras que los 29 sobrevivientes, incluyendo al personal de la tripulación, se encuentran bajo atención médica.
Los primeros informes de Azerbaijan Airlines señalan que el avión pudo haber sufrido interferencias externas. Según la aerolínea, estas interferencias podrían ser tanto físicas como técnicas, lo que ha llevado a suspender vuelos hacia varias ciudades rusas mientras se esclarecen las causas del accidente.
Esta es una de las preguntas que más especulación ha generado. Rasim Musabekov, diputado de Azerbaiyán, declaró a AFP que "las fotos y los vídeos muestran el fuselaje del avión con agujeros que normalmente son causados por misiles de defensa antiaérea". Esta hipótesis es respaldada por un funcionario estadounidense que, bajo anonimato, aseguró que hay indicios de que un sistema de defensa ruso podría haber derribado la aeronave.
Por otro lado, Dmitri Yadrov, director de la agencia rusa Rosaviatsia, mencionó en Telegram que el día del accidente la región de Grozni enfrentaba ataques con drones militares. Según Yadrov, "en ese momento, drones militares ucranianos lanzaron ataques terroristas contra infraestructuras civiles en las ciudades de Grozni y Vladikavkaz". Sin embargo, hasta el momento ninguna autoridad rusa ha confirmado que un sistema antiaéreo haya sido activado.
El portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, declaró que el Kremlin no emitirá comentarios hasta que se concluya la investigación oficial. "Hay una investigación en curso, y hasta que no se conozcan las conclusiones, consideramos que no tenemos derecho a hacer ningún comentario y no lo haremos", afirmó Peskov durante una rueda de prensa.
Mientras tanto, el gobierno azerbaiyano y las autoridades kazajas continúan con las investigaciones. Azerbaijan Airlines, por su parte, anunció que cooperará plenamente con los equipos internacionales para esclarecer este incidente, que ha puesto de manifiesto los riesgos para la aviación civil en un contexto de crecientes tensiones políticas en la región.