Las esponjas de melamina, ampliamente utilizadas para lavar platos, liberan millones de microplásticos en cada uso. Según un reciente estudio publicado en la revista Environmental Science & Technology ha revelado que este producto de limpieza es una fuente significativa de contaminación y destaca que su uso afectaría a la salud humana y el medio ambiente.
Los investigadores hallaron que las esponjas de melamina, al frotar para limpiar la suciedad, desprenden partículas de microplásticos que son tóxicas para el organismo. Estas partículas no solo se liberan en el agua, sino que también pueden ser ingeridas al estar en contacto con los alimentos. Además, los microplásticos pueden permanecer en el cuerpo humano por largos períodos, acumulándose y generando diversos problemas de salud.
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Los microplásticos que ingresan al cuerpo humano a través de la ingestión o inhalación pueden causar una amplia gama de problemas de salud. Entre los síntomas más comunes se encuentran la inflamación, la genotoxicidad, el estrés oxidativo, la apoptosis y la necrosis. Según los especialistas, las partículas de plástico pueden permanecer en el organismo durante largos períodos, lo que incrementa el riesgo de enfermedades crónicas como cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Además, algunos aditivos plásticos, como los ftalatos y el bisfenol A, pueden interferir con el sistema hormonal, afecta el desarrollo y el funcionamiento de órganos y sistemas, lo que aumenta el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes, la obesidad y trastornos reproductivos.
Los microplásticos pueden ingresar al cuerpo humano de diversas maneras. La ingestión de mariscos y pescados, que filtran grandes cantidades de agua que contienen estas partículas, es una de las formas más comunes. También pueden ser ingeridos a través de la sal marina, agua embotellada y del grifo, o alimentos procesados contaminados durante su producción o empaquetado.
Asimismo, los microplásticos pueden ser inhalados mediante el polvo doméstico y el aire exterior. Productos de uso diario como exfoliantes, pastas de dientes, utensilios o envases de plástico también son fuentes significativas de estas partículas contaminantes.
