La Navidad en la megacárcel de Bukele ha sido un evento que ha captado la atención tanto nacional como internacional. En un contexto donde la seguridad y el control son primordiales, las festividades navideñas se han adaptado a las circunstancias de los prisioneros, quienes viven en condiciones extremas.
A pesar de las restricciones, las autoridades penitenciarias organizaron actividades que buscaban ofrecer un respiro a la dura realidad que enfrentan los reclusos. La comida en las celdas fue parte de la oferta para los prisioneros, esta iniciativa buscó hacerlos sentir un poco la calidez navideña.
Roberto Valencia, un periodista que llegó a la megacárcel a documentar para la BBC qué cenaban los reos en Noche Buena, comenta que fue grande su sorpresa cuando se dio cuenta de que los pandilleros no salen de sus celdas a un comedor común, como suele pasar en las series y películas. En cambio, les llevan su porción de comida tres veces al día y las entregan a través de las rejas: es un táper y un vaso de plástico por cada uno.
“Creí que, por ser una fecha tan señalada, el menú tendría alguna concesión, pero autoridades y pandilleros me dicen que no”, relató Velasco.
El menú de esa noche —y de todas las que le siguen— es lo que solían comer a diario: un puñado de “arroz insípido”, un caldo hecho a base de frijoles y dos tortillas de maíz “finitas, de las que se usan para tacos”. Para el brindis, un café con poca intensidad.
“Eso mismo comen todos los días, de desayuno, almuerzo y cena. La única alteración (…) es que el arroz se sustituye por espaguetis”.
A veces, los familiares de los pandilleros les llevan alimentos distintos, como azúcar, avena, leche y suplementos en polvo. No obstante, Belarmino le confirmó al periodista que menos de la mitad de todos los encerrados tiene familia que los apoya.
La respuesta de la sociedad ante estas celebraciones ha sido polarizada. Mientras algunos ciudadanos ven con buenos ojos los esfuerzos por humanizar a los prisioneros, otros critican la falta de atención a las condiciones generales de la megacárcel. Las redes sociales se inundaron de comentarios, donde se debatió sobre la efectividad de estas acciones en un contexto donde la violencia y el crimen organizado son problemas persistentes.
El gobierno de Bukele ha enfatizado la importancia de la rehabilitación de los prisioneros como parte de su estrategia de seguridad. Las festividades navideñas en la megacárcel se presentan como una oportunidad para reflexionar sobre el futuro de los internos y su reintegración a la sociedad. Sin embargo, la implementación de programas de rehabilitación efectivos sigue siendo un desafío en un sistema que ha sido criticado por su enfoque punitivo.
