La Oficina de Protección Financiera del Consumidor de Estados Unidos ha presentado una demanda contra Walmart y Branch Messenger, acusándolos de abrir cuentas sin consentimiento para conductores del programa Spark Driver, imponiendo tarifas y retrasos en pagos.
La denuncia, que afecta a más de un millón de conductores de reparto, sostiene que desde 2021, Walmart y Branch crearon cuentas de depósito sin el consentimiento de los trabajadores, obligándolos a utilizarlas para recibir sus pagos. La situación ha generado más de 10 millones de dólares en "cargos abusivos" y ha puesto en riesgo la estabilidad financiera de los afectados.
El director de la CFPB, Rohit Chopra, afirmó que Walmart "hizo promesas falsas, abrió cuentas ilegalmente y se aprovechó" de los conductores, violando sus derechos laborales. Por su parte, Walmart ha negado las acusaciones, argumentando que la CFPB ha apresurado su investigación y presentado un caso sesgado.
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La demanda detalla que Walmart y Branch Messenger impusieron condiciones desfavorables a los conductores, amenazando con despidos si no utilizaban las cuentas de depósito creadas sin su consentimiento. Además, se alega que las empresas engañaron a los trabajadores sobre el acceso a sus ingresos, lo que ha generado un clima de desconfianza y malestar entre los conductores.
Los conductores del programa Spark Driver, que dependen de sus ingresos para subsistir, se han visto afectados por retrasos en los pagos y cargos inesperados. La CFPB sostiene que estas prácticas han llevado a una situación financiera precaria para muchos de ellos, quienes se ven obligados a lidiar con costos adicionales que no deberían asumir.
Walmart ha rechazado las acusaciones, calificándolas de infundadas y argumentando que la CFPB ha actuado de manera apresurada. Branch Messenger, por su parte, también ha disputado las afirmaciones, señalando que la agencia ha excedido su autoridad en la aplicación de la ley. Ambas empresas se preparan para defenderse en el proceso judicial que se avecina.
Este caso se enmarca en un esfuerzo más amplio de la CFPB para abordar la mala gestión financiera que afecta a consumidores y trabajadores en Estados Unidos. Recientemente, la agencia ha tomado acciones contra otras instituciones financieras, incluyendo demandas a grandes bancos por no manejar adecuadamente quejas de fraude, lo que ha resultado en pérdidas significativas para los clientes.
La CFPB continúa su labor de supervisión y regulación, buscando responsabilizar a las corporaciones por prácticas que perjudican a los consumidores y trabajadores, y asegurando que se respeten los derechos laborales en el país.