En medio del gran océano Pacífico, existe una pequeña, pero estratégica isla que pertenece a Estados Unidos, aunque está más cerca a Pekín de China que a Washington y eso la convierte en un punto clave en el tablero geopolítico mundial. Con apenas 541 kilómetros cuadrados, es mucho más que un paraíso tropical: es una base militar fundamental para el control y la defensa de los intereses estadounidenses en la región asiática.
Esta isla ha sido escenario de tensiones internacionales, pero también de amenazas directas. Corea del Norte la señaló en 2017 como un objetivo de ataque, encendiendo las alarmas en la comunidad internacional. Al mismo tiempo, el presidente de ese entonces y actual electo, Donald Trump, respondió con un tono firme, reforzando la presencia militar en la zona.
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Guam es un territorio no incorporado de Estados Unidos, ubicado en el Pacífico occidental, a más de 9,800 kilómetros de la costa estadounidense continental, pero a solo 3.400 kilómetros de China. Esta diferencia de distancias resalta su importancia estratégica. La isla forma parte de las Islas Marianas y alberga cerca de 160,000 habitantes, quienes viven bajo un gobierno local pero sin representación en el Congreso de EE. UU.
Desde la Segunda Guerra Mundial, Guam ha servido como una plataforma militar vital para operaciones estadounidenses en Asia-Pacífico. Allí se encuentran la Base Naval de Guam y la Base Aérea Andersen, dos instalaciones clave que permiten el despliegue rápido de tropas y equipos hacia regiones conflictivas. Estas bases fortalecen la presencia militar de EE. UU., pero también garantizan su capacidad de respuesta ante cualquier crisis en la región.
En 2017, la tensión entre Corea del Norte y Estados Unidos alcanzó niveles alarmantes cuando el régimen norcoreano, liderado por Kim Jong-un, anunció sus intenciones de lanzar misiles balísticos hacia Guam. Esta declaración desató preocupación internacional, ya que la isla no solo alberga bases militares, sino también a miles de civiles.
En respuesta, el entonces presidente Donald Trump emitió un comunicado contundente, prometiendo "fuego y furia como el mundo nunca ha visto" si Corea del Norte cumplía su amenaza. Aunque el ataque nunca se materializó, el incidente evidenció la vulnerabilidad de Guam y su papel como objetivo estratégico en posibles conflictos regionales.
A raíz de esta amenaza, las autoridades locales de la isla tomaron medidas preventivas, incluyendo simulacros y campañas de información para preparar a la población ante un posible ataque. Sin embargo, la calma regresó gradualmente, y Guam continúa siendo una pieza clave en el despliegue militar estadounidense en el Pacífico.
Más allá de su relevancia militar, Guam es conocida por su belleza natural, con playas de arena blanca, arrecifes de coral y una rica biodiversidad marina. El turismo es otro pilar de su economía, atrayendo visitantes principalmente de Japón, Corea del Sur y otros países asiáticos.
Llegar a Guam desde Estados Unidos continental implica un vuelo de aproximadamente 12 horas, generalmente con una escala en Hawái. Sin embargo, a pesar de su lejanía, Guam mantiene una fuerte identidad estadounidense combinada con la cultura chamorra, propia de los pueblos originarios de la isla.
