El Senado de Estados Unidos ha dado luz verde al Social Security Fairness Act, una ley que promete elevar el cheque del Seguro Social para millones de jubilados. Esta legislación, aprobada en medio de la incertidumbre por el financiamiento del gobierno federal, busca eliminar dos normas que han afectado a cerca de 2.8 millones de personas en el país.
Con una votación bipartidista de 76-20, el Senado ha respaldado un proyecto que ya había sido aprobado por la Cámara de Representantes. La urgencia de su aprobación se debe a la inminente expiración del plazo para su consideración, lo que ha generado preocupación sobre el futuro de los fondos del Seguro Social.
La nueva ley elimina dos disposiciones que han sido objeto de controversia. La primera, conocida como Windfall Elimination Provision, afecta a aproximadamente 2 millones de personas. Esta norma reduce el cheque del Seguro Social para aquellos que reciben una jubilación de un trabajo en el que no contribuyeron al Seguro Social, como es el caso de muchos empleados del gobierno. Un ejemplo es el testimonio de Marlena Slaughter, una jubilada de Ohio, quien expresó su frustración por la penalización que ha afectado sus finanzas tras años de servicio público.
La segunda norma, llamada Government Pension Offset, afecta a cerca de 800,000 jubilados. Esta disposición resta una parte significativa del cheque del Seguro Social que recibirían por el fallecimiento de un cónyuge, en función de la pensión que perciben por un trabajo en el que no aportaron al Seguro Social. Por ejemplo, una persona que recibe una pensión de $3,000 y es elegible para un cheque de $2,100 del Seguro Social de su cónyuge fallecido, podría terminar recibiendo solo $100 tras la deducción.
Las disposiciones que se eliminan con el Social Security Fairness Act han impactado de manera desproporcionada a quienes han trabajado en el servicio público, incluyendo policías, maestros y bomberos. Legisladores y defensores de estos grupos han señalado que durante más de 40 años, los fondos del Seguro Social han sido manipulados en detrimento de millones de estadounidenses que han contribuido a ellos.
Los representantes Garret Graves y Abigail Spanberger, quienes impulsaron la ley, han manifestado que es hora de poner fin a estas injusticias que han afectado a quienes han dedicado su vida al servicio público. Con la aprobación de esta ley, se espera que los jubilados puedan disfrutar de sus beneficios de manera más justa y equitativa.