En un contexto de alerta máxima tras el atentado en Alemania, el papa Francisco abrirá la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, dando inicio al Jubileo ordinario de 2025. Este evento, que se extenderá hasta el 6 de enero de 2026, espera atraer a más de 32 millones de peregrinos a la Ciudad Eterna.
La seguridad en el Vaticano ha sido reforzada con centenares de agentes, detectores de metales y vallas, transformando la zona en un área de alta vigilancia. A pesar de los desafíos logísticos que presenta la llegada de miles de visitantes, el papa Francisco ha enfatizado la importancia de este Jubileo como un tiempo de gracia y perdón en un mundo marcado por conflictos.
El Jubileo, que se celebra cada 25 años, representa una oportunidad para la reflexión y la renovación espiritual. En su bula 'Spes confundit', el papa Francisco ha instado a los católicos a ser portadores de esperanza en un mundo sumido en la guerra. “El compromiso de la diplomacia por construir con valentía y creatividad espacios de negociación orientados a una paz duradera” es uno de los llamados que el pontífice ha hecho a la comunidad global.
El papa también ha abordado la situación de los más vulnerables, recordando que “los pobres son la mayor parte” de la población mundial y que, en un mundo con abundantes recursos, es escandaloso que existan tantas injusticias. Su mensaje es claro: “Si verdaderamente queremos preparar en el mundo el camino de la paz, esforcémonos por remediar las causas que originan las injusticias”.
La apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro no solo marca el inicio del Jubileo, sino que también simboliza la inclusión y la misericordia. El papa Francisco ha anunciado que, por primera vez, abrirá una puerta santa en una cárcel, específicamente en la prisión de Rebibbia, el 26 de diciembre. Este gesto extraordinario busca ofrecer esperanza a los detenidos, un colectivo que ha sido objeto de especial atención por parte del pontífice.
Además, el papa abrirá otras puertas santas en diferentes basílicas a lo largo del Jubileo, reafirmando su mensaje de que “en la Iglesia hay espacio para todos”. Este enfoque inclusivo es un pilar fundamental de su papado, donde la misericordia y la compasión son valores centrales.
El Jubileo de 2025 no solo es un evento religioso, sino también un fenómeno social y económico. Se espera que la llegada de millones de peregrinos impulse la economía local y genere un ambiente de celebración y unidad. Sin embargo, la ciudad de Roma enfrenta el desafío de organizar adecuadamente el tránsito y la logística para recibir a tantos visitantes, en un contexto donde el caos y la desorganización son comunes.
El papa Francisco ha recordado que “la vida cristiana es un camino que también necesita momentos fuertes para alimentar y robustecer la esperanza”. Este Jubileo se presenta como una oportunidad para que la comunidad católica y la sociedad en general se unan en un esfuerzo por construir un futuro más justo y solidario.
