La Navidad tiene un encanto especial cuando el paisaje se cubre de un manto blanco. Aunque la nieve no está garantizada en todas las regiones de Estados Unidos, hay ciertos estados donde la posibilidad de una Navidad blanca es más alta. A medida que diciembre avanza, los pronósticos meteorológicos ofrecen pistas sobre qué lugares podrían despertar con nieve el 25 de diciembre.
El invierno, con su aire frío y noches largas, trae consigo un escenario que muchos asocian con las festividades. Sin embargo, no todas las regiones del país tienen la misma probabilidad de experimentar nevadas durante esta fecha tan esperada.
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Según los registros históricos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), las probabilidades más altas de ver al menos una pulgada de nieve el día de Navidad se concentran en ciertas regiones. Lugares como Minnesota, Maine y el norte del estado de Nueva York tienen una sólida tradición de nevadas en esta fecha especial.
También se suman a esta lista las montañas Allegheny, ubicadas en Pensilvania y Virginia Occidental, así como las zonas montañosas de Idaho, las Montañas Rocosas y la cadena montañosa Sierra Nevada. Estos territorios no solo tienen condiciones climáticas que favorecen las nevadas, sino que su altitud contribuye a mantener las temperaturas lo suficientemente bajas para que la nieve se acumule.
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El Centro de Predicción Meteorológica (WPC) prevé un invierno más cálido de lo habitual para gran parte de Estados Unidos. Según sus modelos, las temperaturas entre el 15 y el 21 de diciembre estarán por encima del promedio en la mayor parte del país, lo cual reduce las probabilidades de acumulación de nieve.
Sin embargo, no todo está dicho. El clima puede cambiar rápidamente y las zonas con altitudes más elevadas o situadas más al norte aún tienen buenas oportunidades de experimentar una Navidad blanca. Estados como Colorado, Wyoming y Montana suelen mantenerse entre los favoritos para disfrutar de paisajes nevados durante las fiestas.
Las probabilidades de nieve en Navidad están determinadas por factores como la latitud, la altitud y los patrones climáticos locales. Las regiones más cercanas al norte y con terrenos montañosos tienden a retener el frío necesario para la formación y acumulación de nieve.
Por ejemplo, en las montañas de Sierra Nevada, el aire húmedo procedente del Pacífico se eleva, se enfría y genera precipitaciones en forma de nieve. Por su parte, en estados como Maine y Minnesota, las temperaturas invernales son lo suficientemente bajas como para que las nevadas sean frecuentes durante diciembre.
El mapa histórico de la NOAA muestra que las zonas más cercanas al Círculo Polar Ártico tienen una probabilidad superior al 90% de experimentar nieve en Navidad, mientras que en estados del sur, como Florida o Texas, las posibilidades son prácticamente inexistentes.
El calentamiento global ha alterado los patrones climáticos tradicionales, haciendo que las Navidades blancas sean menos frecuentes en muchas regiones de Estados Unidos. Las temperaturas más elevadas han reducido las acumulaciones de nieve en áreas donde solían ser comunes durante diciembre.
A pesar de esto, regiones montañosas y áreas del norte aún conservan una alta probabilidad de disfrutar de un paisaje nevado en Navidad. Ciudades como Denver, Salt Lake City y Minneapolis siguen apareciendo entre los lugares con mayores probabilidades de experimentar nevadas en esta festividad.
Por otro lado, Old Farmer’s Almanac ha compartido el siguiente pronóstico para el Día de Navidad 2024 en diferentes zonas de Estados Unidos:
