Con la reciente selección de Donald Trump como mandatario de Estados Unidos, Marco Rubio, el próximo secretario de Estado, tiene la posibilidad de establecer nuevas limitaciones para los viajes a Cuba, especialmente desde Miami. Rubio, reconocido por su decidida oposición al gobierno cubano, ha criticado a los ciudadanos estadounidenses de procedencia cubana que solicitan asilo político en Estados Unidos y luego vuelven a la isla, lo que ve como una violación al principio del asilo político.
Rubio ha señalado que estos viajes, además de contradecir la naturaleza del refugio político, fortalecen indirectamente la economía del gobierno liderado por Miguel Díaz-Canel, especialmente cuando los viajeros utilizan instalaciones administradas por el Estado cubano.
Desde hace años, Marco Rubio ha sido un defensor de políticas que limitan las transacciones económicas y el turismo hacia Cuba, argumentando que cualquier actividad que beneficie al gobierno cubano debe ser eliminada. Como secretario de Estado, Rubio podría reinstaurar medidas ya vistas durante el primer mandato de Trump, como la prohibición de vuelos comerciales y cruceros, así como la eliminación de licencias para viajes educativos a la isla.
Estas iniciativas buscan desalentar el comercio y turismo hacia Cuba, reforzando el bloqueo económico contra el gobierno de Díaz-Canel. En línea con su posición, Rubio insiste en que restringir los viajes y las relaciones comerciales es una herramienta clave para debilitar al régimen cubano y presionar por reformas políticas y sociales en la isla.
Marco Rubio es un influyente político estadounidense de origen cubano, actualmente senador por Florida, estado donde nació el 28 de mayo de 1971. Hijo de inmigrantes cubanos, Rubio representa una historia de superación en el ámbito político, habiendo estudiado Ciencias Políticas en la Universidad de Florida y Derecho en la Universidad de Miami. Su carrera comenzó en la Cámara de Representantes de Florida, donde llegó a ser presidente en 2006. Desde 2010, ocupa un escaño en el Senado, destacándose como una voz firme en temas de política exterior, inmigración y seguridad nacional.
Rubio es conocido por su postura conservadora y su enfoque crítico hacia los regímenes de América Latina, especialmente en países como Cuba, Venezuela y Nicaragua. Fue precandidato presidencial en 2016, y aunque no logró la nominación, su influencia dentro del Partido Republicano se ha mantenido. Además, su trabajo en temas migratorios y su firme oposición a los gobiernos autoritarios de la región lo posicionan como una figura clave en la política estadounidense.