Brasil decidió suspender la exportación de carne de vaquilla en la Unión Europea después de que una auditoría revelara deficiencias en el control de calidad y la trazabilidad de determinadas hormonas, informaron el martes fuentes europeas.
Según la auditoría europea, realizada en la primavera boreal, "los procedimientos vigentes para garantizar que el ganado cuya carne se destina al mercado de la UE nunca ha sido tratado con estradiol 17? con fines zootécnicos o terapéuticos son ineficaces".
En particular, "la autoridad competente (brasileña) no puede garantizar la fiabilidad de las declaraciones bajo juramento de los operadores" sobre este tema, añade el "informe final", revelado por el diario francés Le Parisien.
El objetivo de la auditoría era "evaluar los controles de residuos de sustancias farmacológicamente activas, pesticidas y contaminantes en animales y productos de origen animal" en Brasil.
Su publicación se produce en un momento en que la conclusión, posiblemente muy próxima, de un acuerdo de libre comercio entre la UE y los cinco países del Mercosur (entre ellos Brasil) suscita una fuerte oposición, especialmente por parte de los ganaderos, que temen la competencia de ciertos productos procedentes de Latinoamérica, en particular la carne de vacuno.
Según una fuente de la Comisión Europea, representantes de la Dirección de Salud de la UE viajaron a Brasil y "constataron ciertas deficiencias en el sistema de control de las autoridades brasileñas, sobre todo en lo que se refiere a las novillas".
"Como siempre ocurre en estos casos, se envía una solicitud de actuación al país implicado para que se subsanen los defectos, y en este caso las propias autoridades brasileñas paralizaron directamente las exportaciones de este tipo de animales a la UE", explicó.
"Una vez confirmado el plan de acción y constatado que es bueno, verificaremos por nuestra parte que todo es aceptable y se podrán reanudar las exportaciones", declaró.
La cantidad en cuestión "no es enorme porque se trata de ganado muy específico", indicó este funcionario europeo, sin precisar el volumen ni cuántos años se remonta el problema.
"Pero lo que puedo decir es que los controles funcionan (...) y cuando encontramos deficiencias tomamos medidas", afirmó.
Para Karine Jacquemart, directora de la oenegé foodwatch, "este informe de auditoría demuestra que llevamos años consumiendo potencialmente carne de vacuno brasileña tratada con hormonas e introducida fraudulentamente en Europa".
"Los estándares brasileños están exponiendo a los consumidores europeos a un riesgo sanitario. Es un triple escándalo: riesgo para la salud, fraude alimentario y riesgos relacionados con el acuerdo UE-Mercosur", añadió.
La UE prohíbe el uso de hormonas, incluido el estradiol, para estimular el crecimiento de los animales de granja, tanto en sus Estados miembros como en las importaciones de otros países.
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