Dirigentes europeos iniciaron este jueves una reunión en Budapest con una agenda formalmente centrada en economía y migración pero marcada por la necesidad de mostrar un frente unido ante Donald Trump, tras su victoria en las presidenciales estadounidenses.
Un total de 47 dirigentes europeos participan de la V Cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE), que congrega a los 27 miembros de la UE y a una veintena de invitados. Y el viernes está prevista una cumbre de la Unión Europea, también en la capital húngara.
"La situación en Europa es difícil, complicada y peligrosa", dijo al abrir el encuentro el primer ministro de Hungría, Viktor Orban.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, declaró por su parte que el continente europeo vive un momento "decisivo".
La CPE programó conversaciones en mesas temáticas sobre migración y seguridad económica, pero el resultado de las elecciones en Estados Unidos es a todas luces el asunto más importante.
Además, el miércoles se constató el derrumbe de la alianza de gobierno en Alemania, lo que abre otro interrogante político para el bloque de países europeos.
Ante la gravedad de la crisis, el jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, tiene previsto llegar a Budapest solamente el jueves a finales de la tarde, ya con la cumbre de la CEP finalizada.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, dijo al llegar a la reunión que confía en las "instituciones democráticas alemanas".
"Necesitamos un gobierno fuerte y unido en Alemania, necesitamos de una Alemania poderosa dentro de la UE", dijo a su vez el primer ministro de Finlandia, Petteri Orpo.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, recordó que "en las democracias tenemos elecciones y construcción de gobiernos".
Macron -quien aún busca recuperarese de una derrota en recientes elecciones legislativas- comentó que era una oportunidad para recuperar la defensa de la autonomía del bloque.
El momento, dijo, impone "actuar, defender nuestros intereses nacionales y europeos, creer en nuestra soberanía, en una autonomía estratégica".
El primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, comentó que "llegó el momento de que nos despertemos de nuestra inocencia geopolítica".
"Debemos ser realistas. No podemos mantener una asociación transatlántica en una posición de fragilidad", comentó.
La percepción generalizada, basada en declaraciones de Trump durante su campaña, es que el continente europeo debe mostrarse unido y prepararse para dificultades en el área comercial.
En su campaña, Trump dijo que la UE era una "mini China" que abusa de sus asociados estadounidenses en busca de superávit comercial.
Por ello, adelantó que considera la idea de adoptar aranceles de entre 10% y 20% para todos los productos que ingresen a Estados Unidos, un escenario que preocupa a muchos dirigentes europeos.
"Trabajaremos en buena manera con el nuevo gobierno de Trump", dijo Von der Leyen este jueves.
"Tengo cierta experiencia trabajando con el presidente Trump durante su primer mandato (...). creo que es muy importante que analicemos juntos cuáles son nuestros intereses compartidos", dijo.
Si la elección de Trump abre interrogantes en Europa sobre el futuro de las relaciones comerciales y el papel de la OTAN, la cuestión es particularmente sensible con relación a Ucrania.
Trump ya a cuestionado la ayuda estadounidense a Ucrania, en una postura que generó inquietudes evidentes en las capitales europeas.
Al recibir en su capital a la reunión de la CEP y la cumbre de la UE, Orban claramente queda en posición de interlocutor necesario entre las capitales europeas y Trump.
Además, no esconde sus buenas relaciones con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, de forma que el controvertido dirigente húngaro asume un rol central.
Para el finlandés Orpo, el bloque europeo debe enviar un "mensaje claro a Estados Unidos y al nuevo gobierno de que nosotros apoyaremos a Ucrania todo lo que sea necesario. Debe ser un mensaje claro y fuerte".
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, llegó a la cumbre de la CEP pero no hizo declaraciones.
El presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, no participa en la CEP ni estará en la cumbre del viernes, debido a la catástrofe por las inundaciones en Valencia.
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