La reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos 2024 ha desencadenado una reacción significativa en los mercados financieros globales. Tras confirmarse el triunfo, el dólar estadounidense experimentó una fuerte apreciación, impulsada por el aumento en los rendimientos de los bonos del Tesoro y las expectativas de políticas económicas que podrían mantener elevadas las tasas de interés. Este fortalecimiento del dólar afectó a monedas de diversas economías, debilitando el euro, el yen japonés y el peso mexicano, que cayó más de un 3% frente al dólar, debido a la mayor demanda de activos estadounidenses.
Los operadores financieros y fondos de cobertura se posicionaron rápidamente en el mercado ante los cambios esperados en la política económica de Estados Unidos. Las propuestas de Trump, que incluyen recortes de impuestos e imposición de aranceles a importaciones, generan expectativas de inflación elevada y aumentos en los rendimientos de los bonos a largo plazo. Este escenario, según expertos, podría llevar al dólar a niveles aún más altos, impulsando su atractivo como activo seguro frente a la volatilidad global.
La confirmación de Donald Trump como presidente electo ha desencadenado movimientos significativos en los mercados financieros. El índice Bloomberg Dollar Spot registró un aumento del 1,2%, mientras que los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años subieron hasta el 4,44%. Estos incrementos se producen en un contexto de ventas masivas en el mercado de bonos, impulsadas por expectativas de cambios en la política económica de Estados Unidos, especialmente en lo que respecta a tasas de interés y control de la inflación.
El fortalecimiento del dólar ha ejercido presión sobre una amplia gama de monedas a nivel mundial. El peso mexicano, altamente sensible a la volatilidad del dólar, experimentó su mayor caída en tres meses, mientras que el euro y otras monedas del Grupo de los 10 registraron pérdidas significativas. Esta reacción refleja la búsqueda de refugio seguro por parte de los inversores, quienes anticipan una política monetaria más restrictiva en Estados Unidos bajo la administración Trump.
Las propuestas económicas de Donald Trump, como los recortes de impuestos y los aranceles a las importaciones, generan expectativas de un aumento en la inflación y los déficits, lo que ha fortalecido la demanda de bonos del Tesoro estadounidense. Según Priya Misra, de JPMorgan Investment Management, estas medidas probablemente resultarán en rendimientos más altos para los bonos a largo plazo, lo cual está atrayendo capital hacia Estados Unidos y elevando el valor del dólar. Esta tendencia de alza en el dólar se observa desde el inicio de la contienda electoral, intensificándose con la confirmación de su victoria.
Entre las monedas emergentes, el peso mexicano ha sido uno de los activos más volátiles tras el triunfo de Trump. Con una caída cercana al 3%, el peso lideró las pérdidas, en línea con su comportamiento ante la incertidumbre económica en Estados Unidos. A su vez, el fortalecimiento del dólar y el respaldo de un Senado republicano favorecen la implementación de políticas migratorias y comerciales de Trump, lo que incrementa las presiones inflacionarias y genera mayor volatilidad en los mercados emergentes.
Esta situación recuerda la fuerte reacción del mercado en 2020, cuando el dólar también se disparó tras una victoria de Trump. Expertos sugieren que, de persistir esta tendencia, es probable que el dólar se mantenga en niveles elevados en los próximos meses, con efectos considerables en el panorama económico global.
