Los países de la Unión Europea (UE) formalizaron el lunes en Luxemburgo su posición común para la COP29 de Azerbaiyán, tras una dura negociación aún marcada por las diferencias entre los países miembros en torno a la energía nuclear.
Los europeos coincidieron en el deseo de "acelerar" las "tecnologías de cero y bajas emisiones", sin hacer referencias explícitas a la energía nuclear.
No obstante, el entorno de la ministra francesa de Ecología, Agnès Pannier-Runacher, destacó una "gran victoria diplomática" al señalar que la expresión "tecnologías bajas en emisiones" es una referencia "clara" a la energía nuclear.
El tema nuclear es un foco de disputas en la UE, sobre todo entre Alemania y Francia.
El comisario europeo Wopke Hoekstra puso en perspectiva las "diferencias muy conocidas" entre los Estados miembros sobre el tema. "Algunos están claramente a favor de la energía nuclear, otros claramente en contra".
Insistió más bien en "la ambición" europea ante la 29 conferencia de la ONU sobre el clima, del 11 al 22 de noviembre en Bakú, que debe concluir con nuevas metas de financiamiento global a favor del clima.
Los países de la UE han reclamado "un grupo mayor de contribuyentes" acorde con la participación de cada uno en las emisiones de gas de efecto invernadero.
Las finanzas públicas "solas no pueden garantizar los niveles necesarios de financiamientos", "la inversión privada deberá suministrar la mayor parte de las inversiones requeridas en la transición verde", señalaron los países europeos.
Sin embargo, no hicieron referencia explícita a la recomendación de la Comisión Europea de disminuir para 2040 las emisiones de gas de efecto invernadero de la UE a 90% del nivel de 1990.
Esa meta, en el camino a la neutralidad climática en 2050, es parte de las principales negociaciones que se avecinan en el seno del bloque.