En la historia reciente, pocas cosas han simbolizado tanto la estabilidad económica y la influencia de una nación como la moneda de Estados Unidos. Sin embargo, el tiempo no pasa en vano, y ahora, uno de los iconos más reconocidos del mundo se prepara para una transformación importante que promete reforzar su seguridad y mantener su prestigio.
El billete de US$100, el de mayor valor en circulación en Estados Unidos, pronto se someterá a un rediseño. La Reserva Federal (Fed) y la Oficina de Grabado e Impresión anunciaron que este cambio busca mejorar las medidas de seguridad y dificultar la falsificación, con el objetivo de preservar la confianza en la moneda.
La nueva versión se espera que entre en circulación entre 2034 y 2038, en colaboración con el Comité Directivo de Disuasión de Falsificación Avanzada (ACD) y el Servicio Secreto.
Aunque los detalles específicos del rediseño no han sido revelados, se anticipa que los principales cambios estarán relacionados con la banda de seguridad y otros elementos avanzados de autenticación. Aún se desconoce si Benjamín Franklin continuará siendo el rostro en el billete de mayor denominación, pero se prevé que las nuevas características aseguren una mayor protección contra la falsificación.
El billete de US$100 no será el único que cambiará. En los próximos años, otras denominaciones también se actualizarán de acuerdo con un cronograma gradual:
Este proceso de actualización es fundamental para garantizar que el dólar continúe siendo una moneda segura y confiable en un mundo en constante evolución.
Actualmente, Estados Unidos cuenta con siete denominaciones en circulación:
Estas actualizaciones periódicas no solo ayudan a prevenir la falsificación, sino que también aseguran que la moneda se mantenga relevante frente a los desafíos modernos.
Con la renovación de los billetes, el Gobierno de EE.UU. busca asegurar la durabilidad y seguridad de su moneda, manteniendo su posición como una de las más confiables a nivel mundial.
El papel moneda en Estados Unidos ha pasado por múltiples rediseños desde su primera emisión en 1861. Los billetes han evolucionado no solo en su apariencia sino también en sus características de seguridad. Elementos como la tinta que cambia de color, los hilos de seguridad y los microtextos se han ido incorporando con el tiempo para hacer que los billetes sean más difíciles de falsificar. Este constante esfuerzo por mantenerse a la vanguardia de la tecnología de impresión ha sido clave para mantener la confianza en el dólar, tanto a nivel nacional como internacional.
Rediseñar los billetes cada cierto tiempo es una práctica esencial para cualquier banco central moderno, y Estados Unidos no es la excepción. Las actualizaciones ayudan a proteger la moneda frente a las crecientes capacidades de los falsificadores y a adaptarse a los avances tecnológicos. Además, el rediseño es una oportunidad para mejorar la durabilidad de los billetes y su capacidad de ser identificados rápidamente, tanto por personas como por máquinas. Con estos cambios, el Gobierno de EE.UU. busca asegurar que el dólar continúe siendo una moneda de confianza en el comercio mundial por muchos años más.