Más de 60 personas resultaron heridas el domingo en el norte de Israel, donde el Hezbolá libanés reivindicó un bombardeo con drones contra una base militar, coincidiendo con los intensos combates que libran en Líbano esta formación proiraní y el ejército israelí.
El Ministerio de Salud de Líbano anunció que al menos 51 personas murieron en bombardeos israelíes el sábado, elevando el número de fallecidos desde el 23 de septiembre a más de 1.300, según un recuento de AFP.
El ejército israelí intensificó a finales de septiembre sus bombardeos contra el movimiento islamista Hezbolá, que abrió un frente en la frontera norte de Israel el 8 de octubre de 2023, en apoyo a sus aliados de Hamás, el grupo palestino que gobierna Gaza.
Los servicios de rescate israelíes indicaron que más de 60 personas resultaron heridas en la zona donde Hezbolá reivindicó un ataque con drones contra una base militar al sur de Haifa.
Hezbolá dedicó el ataque a su exlíder Hasán Nasralá, asesinado en un bombardeo israelí el 27 de septiembre en Beirut. En un comunicado, dijo que la agresión contra esta ciudad del norte de Israel era una "respuesta a los ataques sionistas".
El movimiento libanés afirmó el domingo que sus milicianos libraban combates "con armas automáticas" y "cohetes" contra soldados israelíes en al menos cuatro aldeas fronterizas con Israel.
También indicó que tendieron una emboscada a militares israelíes que trataron de infiltrarse al país y difundió un audio de Nasralá en el que el fallecido líder insta a sus combatientes a seguir los combates.
El ejército israelí, a su vez, reportó batallas "cuerpo a cuerpo" con Hezbolá y anunció la captura de un combatiente del grupo libanés, la primera desde que lanzó la ofensiva terrestre en Líbano el 30 de septiembre.
Tras haber debilitado a Hamás en Gaza, Israel desplazó el grueso de sus operaciones en Líbano, donde afirma que el objetivo es permitir el regreso de unos 60.000 israelíes desplazados por los disparos de proyectiles del grupo islamista.
Israel impedirá que los milicianos del Hezbolá regresen a las zonas fronterizas, incluso cuando sus tropas se hayan ido, afirmó el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant.
Según la agencia de noticias oficial libanesa ANI, la aviación israelí intensificó también sus bombardeos contra aldeas del sur de Líbano, tras golpear un mercado de Nabatieh el sábado.
"Todo quedó destruido (...) Es como si un terremoto hubiese devastado el mercado", dijo un habitante, Tareq Sadaqa, a AFP.
La Cruz Roja libanesa reportó por su parte que varios de sus socorristas resultaron heridos el domingo en un ataque en la zona y el ejército señaló que tres de sus soldados quedaron heridos por "bombardeos israelíes".
Según la ONU, hay cerca de 700.000 desplazados internos en Líbano desde la intensificación de los bombardeos israelíes el 23 de septiembre.
Los combates en Líbano también alcanzaron la fuerza de paz de la ONU en el país (Finul). El organismo acusó el jueves al ejército del Estado hebreo de disparos "repetidos" y "deliberados" en su contra.
La Finul denunció este domingo "escandalosas violaciones" israelíes contra sus posiciones, después de que dos tanques entraran "por la fuerza" en una de ellas.
El ejército israelí indicó que uno de sus tanques chocó con un puesto de la Finul cuando "trataba de evacuar a soldados heridos".
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había exigido anteriormente a la ONU sacar "de inmediato" los efectivos de la Finul de las zonas de combate.
"El personal de la Finul y sus instalaciones nunca deben ser objeto de ataques", afirmó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. "Los ataques contra las fuerzas de paz violan el derecho internacional...(y) pueden constituir un crimen de guerra", añadió.
Tanto la guerra entre Hamás y el ejército israelí en Gaza como el conflicto en Líbano han ido acompañados de una escalada entre Israel e Irán, que lanzó cerca de 200 misiles contra su archienemigo el 1 de octubre.
Los dirigentes israelíes amenazan con responder al ataque, que según la República Islámica fue en respuesta a las muertes del jefe del Hezbolá libanés, Hasán Nasralá, y del jefe de Hamás, Ismail Haniyeh.
El primero murió en un bombardeo israelí el 27 de septiembre en Beirut, la capital libanesa. El segundo fue abatido en una explosión atribuida a Israel el 31 de julio en Teherán.
El canciller iraní, Abás Araghchi, afirmó que su país está "totalmente preparado para una situación de guerra", aunque reiteró que su gobierno quiere "la paz".
Ante las amenazas de Irán, Estados Unidos anunció el despliegue de un sistema de defensa antimisiles de gran altitud THAAD en Israel.
El presidente francés, Emmanuel Macron, instó a su homólogo iraní, Masud Pezeshkian, a apoyar "una desescalada general" en esos dos frentes.
El portal de la Presidencia iraní indicó por su parte que Pezeshkian le pidió "que obre junto a otros países europeos para obligar al régimen sionista a detener el genocidio y los crímenes en Gaza y Líbano".
Tras más de un año de combates, Israel continúa su ofensiva en Gaza. La agencia de Defensa Civil del territorio reportó cinco niños muertos el domingo en un bombardeo israelí en el campo de refugiados de Al Shati, al oeste de Ciudad de Gaza.
En su ataque del 7 de octubre de 2023 en suelo israelí, Hamás mató a 1.206 personas, la mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras oficiales israelíes y que incluye a los rehenes muertos o asesinados en cautiverio en Gaza.
Al menos 42.227 palestinos, mayoritariamente civiles, han muerto en la ofensiva israelí en el territorio, según datos del ministerio de Salud gazatí, que la ONU considera fiables.
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