Al obtener la Green Card, los inmigrantes de América Latina pueden establecerse en Estados Unidos. Este documento, conocido como la Tarjeta de Residente Permanente, permite a los migrantes vivir y trabajar indefinidamente en el territorio americano. A diferencia de otras naciones, las parejas de la comunidad LGBT+ disfrutan de los mismos derechos que las parejas heterosexuales al momento de solicitar una Green Card o residencia permanente.
La Green Card es esencial para quienes buscan mejorar sus condiciones laborales, acceder a servicios educativos y de salud, e incluso aspirar a la ciudadanía estadounidense. Con este documento, los inmigrantes alcanzan una mayor estabilidad en su estatus migratorio y pueden beneficiarse de un sistema diseñado para apoyar a los residentes permanentes.
Según el sitio web especializado Boundless Immigration, hay dos vías principales para obtener la Tarjeta de Residente Permanente: el matrimonio con un ciudadano estadounidense o un residente permanente legal, y la solicitud basada en una visa de trabajo o asilo. De esta manera, la comunidad LGBT+ también tiene la posibilidad de acceder a la Green Card en Estados Unidos:
Matrimonio con un ciudadano estadounidense: Si una persona se casa con un ciudadano estadounidense, puede solicitar una Green Card a través de una petición familiar (Formulario I-130). El matrimonio debe ser legalmente reconocido, lo que incluye los matrimonios del mismo sexo en estados o países donde son válidos.
Para solicitar la ciudadanía estadounidense a través de la Green Card, se debe cumplir con un período de "residencia continua". En la mayoría de los casos, este período consta de 5 años, durante los cuales el residente debe haber vivido de manera ininterrumpida en Estados Unidos.
