Las historias de emprendimiento están cargadas de momentos de superación, y el caso de Fiorella Contreras es un ejemplo claro. Nacida en Tarma, Junín, y proveniente de un hogar con recursos limitados, Fiorella observó desde pequeña las dificultades que su madre enfrentaba para obtener financiamiento formal. Con determinación, después de años de trabajo, convirtió esos desafíos en una herramienta poderosa de cambio al fundar 'Tappoyo', una fintech que facilita el acceso a créditos para mujeres emprendedoras en zonas rurales de Perú, lo cual demuestra cómo la tecnología financiera puede transformar la vida de comunidades marginadas.
Fiorella Contreras es una de esas figuras que inspiraron cambios significativos en el sector financiero. Creció en Tarma, Junín, en un entorno donde las posibilidades económicas eran limitadas. Desde pequeña, ayudaba a su madre a vender productos artesanales y otros artículos en las calles, adquiriendo una mentalidad emprendedora a una edad temprana. Con el tiempo, y al observar las dificultades financieras que enfrentaba su madre para acceder a créditos, Fiorella decidió estudiar administración bancaria en Lima.
Después de graduarse y trabajar durante años en una startup, Contreras adquirió un profundo conocimiento en finanzas e innovación tecnológica. Al lado de su hermano, un experimentado banquero, Fiorella decidió fundar en 2018 la fintech ‘Tappoyo’. Este proyecto surgió de la necesidad de romper el círculo de exclusión financiera que afecta a miles de mujeres rurales en Perú, quienes a menudo enfrentan grandes desafíos para obtener financiamiento por la informalidad de sus negocios.
La idea de ‘Tappoyo’ comenzó a tomar forma a medida que Fiorella se familiarizaba con las barreras que impedían a las mujeres rurales acceder a créditos. Inspirada en su madre, quien siempre soñó con expandir su pequeño negocio. "Mi madre me inspiró a crear Tappoyo", enfatizó. Fiorella entendió que muchas mujeres en su país compartían esta misma aspiración. Sin embargo, la falta de historial crediticio y los requisitos formales de los bancos tradicionales las excluían del sistema financiero.
En alianza con su hermano Renzo, Fiorella dio vida a ‘Tappoyo’, una fintech enfocada en ofrecer créditos grupales a mujeres emprendedoras en zonas rurales. La propuesta de valor de ‘Tappoyo’ radica en un innovador modelo de crédito colectivo, que agrupa entre 8 y 15 mujeres de una misma comunidad. "Permitiendo a las beneficiarias recibir financiamiento de manera rápida y sencilla".
‘Tappoyo’ se ha convertido en un recurso clave para miles de mujeres que, como la madre de Fiorella, buscan mejorar sus condiciones de vida a través del emprendimiento. En tan solo un año de operación, la fintech logró financiar más de 1,100 proyectos de mujeres en zonas rurales, generando un impacto económico significativo en sus comunidades. Gracias a ‘Tappoyo’, el 70% de sus beneficiarias ha logrado renovar sus créditos y un tercio de ellas ha iniciado nuevos emprendimientos.
Uno de los aspectos más innovadores de ‘Tappoyo’ es su uso de inteligencia artificial para evaluar la viabilidad de los créditos. La plataforma cruza información de diversas fuentes, generando perfiles detallados de cada solicitante y reduciendo el riesgo de incumplimiento. Este enfoque ha permitido a ‘Tappoyo’ otorgar créditos de forma eficiente, brindando una solución sostenible para la inclusión financiera.
Una fintech, utiliza la tecnología para ofrecer servicios financieros de manera ágil y accesible. A través de plataformas en línea o aplicaciones móviles, las fintech permiten realizar transacciones como pagos, préstamos o inversiones, sin necesidad de visitar una sucursal física. En el caso de ‘Tappoyo’, el proceso es simple: las usuarias se registran, completan un formulario, y en pocos días pueden recibir el dinero en su cuenta.
Las fintech suelen diferenciarse de los bancos tradicionales por su enfoque en la rapidez y la flexibilidad. Gracias a la tecnología, las fintech pueden reducir costos operativos y, en consecuencia, ofrecer tasas competitivas, algo especialmente beneficioso para los emprendedores que necesitan financiamiento inmediato para crecer.
Los bancos tradicionales y las fintech cumplen funciones similares en cuanto a servicios financieros, pero difieren en su enfoque y accesibilidad. Los bancos, con sus sucursales físicas, ofrecen una gama de servicios que incluyen cuentas de ahorro, préstamos y asesoría personalizada. Sin embargo, estos servicios suelen estar sujetos a un proceso burocrático que puede ser complicado para muchos.
Por otro lado, las fintech se enfocan en un segmento específico del mercado, ofreciendo sus servicios de manera digital. Esta metodología permite a los usuarios acceder a los servicios financieros desde sus dispositivos móviles, en cualquier lugar y a cualquier hora. Además, las fintech son más inclusivas, ya que eliminan muchas de las barreras tradicionales de acceso al crédito.