El modelo sueco SAAB JAS 39 Gripen se acerca más a las expectativas de la Fuerza Aérea del Perú para sustituir a la flota de aeronaves de combate, compuesta por los franceses Mirage 2000P, comprados en 1982, y los rusos MiG-29 y Sukhoi-25, adquiridos entre 1996 y 1998. La FAP también evalúa las propuestas de los fabricantes franceses del Dassault Rafale F4 y de los estadounidenses del Lockheed-Martin F-16V Block 70.
Sin embargo, los suecos han expresado mayor interés en suscribir un acuerdo de compensación (offset agreement) para ejecutar compromisos de transferencia tecnológica, un aspecto trascendental en un eventual contrato. , para que en futuro próximo el país cuente con un sistema de defensa en óptimas condiciones.
Transcurrido el tiempo, la renovación de la flota de combate se ha convertido en un imperativo, porque en la actualidad la disponibilidad de aeronaves para responder a eventuales situaciones de riesgo, se ha reducido a su mínima expresión, por decir lo menos.
“Cuando en 2012 el Comop formuló el informe técnico sobre la situación de la flota de combate, se consideró el reemplazo de 10 unidades y se estudiaron los modelos de por lo menos una decena de fábricas de distintos países, incluyendo la Federación Rusa. Pero ha pasado más de una década, y ahora no hay tantos modelos como antes, o no coinciden con los requerimientos actuales de la FAP, como los diseños rusos. Los No es algo que se ha determinado de la noche a la mañana. Antes era necesario reemplazar 12 unidades, ahora son necesarias 24”, dijeron a La República fuentes con conocimiento del proceso de evaluación.
El costo por 24 unidades del modelo Lockheed Martin F-16V Block 70, se encuentra entre los US$5.000 millones y los US$6.000 millones.
La fábrica de los Dassault Rafale F4 solo cuenta con una disponibilidad de 12 unidades y solicita US$2.100 millones.
Por 24 ejemplares de aeronaves de combate SAAB JAS 39 Gripen, los suecos solicitan US$3.500 millones. Fuentes del Ministerio de Defensa señalaron a La República que existe mucha desinformación y desconocimiento sobre el proceso de renovación de la flota de aviones de guerra de la FAP.
“Por un lado, circulan versiones de que la adquisición de aviones de guerra es algo que se le ha ocurrido a los militares de la noche a la mañana. Por otro lado, se dice que los aviones se encuentran en las vitrinas de las fábricas esperando a los compradores. Cuando la verdad es que se trata de un proceso muy largo, complicado y extremadamente técnico”, explicaron las fuentes. De momento, la Y si lo hace, no estará a cargo de la institución aérea, sino de la Agencia de Compras de las Fuerzas Armadas (ACFFAA), organismo asignado a los procesos de adquisición de significativa dimensión, como en este caso, según las normas.
“Se ha originado una discusión sobre la pertinencia del proyecto de inversión por el monto, cuando no es así. La renovación de la flota de aeronaves de combate es una demanda impostergable de atender porque la Constitución lo señala con absoluta claridad cuando indica: ‘El Estado garantiza la seguridad de la nación mediante el Sistema de Defensa Nacional, cuya finalidad es asegurar la independencia, soberanía e integridad territorial’. Ahora es el momento, después podría ser demasiado tarde”, indicaron fuentes de la FAP.
Las críticas al proyecto de presupuesto 2025 que presentó el Ejecutivo, que incluye el financiamiento de la compra de 24 aeronaves de combate, han conseguido promover en el Congreso la interpelación del ministro de Defensa, Walter Astudillo. En el pliego de preguntas, hay 13 referidas exclusivamente a la adquisición de los aviones de guerra. Las interrogantes están referidas sustancialmente a detalles sobre el proceso de selección de las aeronaves, las razones de la selección del modelo y a las medidas adoptadas para evitar actos de corrupción.
Es que la última vez que se compraron aviones de combate, durante el gobierno de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, hubo millonarios pagos de sobornos.
De hecho, como lo ha revelado La República, el 30 de mayo de este año, la , por haberse confabulado con Fujimori y Montesinos, y elementos de la cúpula militar, para transferir US$558 millones a una mafia de vendedores de armas que vendió 39 aviones de guerra MiG-29 y Sukhoi-25, entre 1996 y 1998.
“Casi la totalidad de estas aeronaves se encuentran inoperativas, entre otras razones, porque fueron compradas de segunda mano, sin la garantía de repuestos y mantenimiento, y mediante un proceso para nada transparente. Ahora es muy diferente. Se aplican todos los mecanismos de transparencia y fiscalización. Además, estará a cargo de la Agencia de Compras de las Fuerzas Armadas bajo supervisión de la Contraloría. Hacer una adquisición inadecuada afectará directamente a la Defensa Nacional. No es posible repetir el pasado”, indicaron las fuentes castrenses.
Los Mirage 2000P ya sumaron alrededor de 40 años de operaciones y las aeronaves de fabricación rusa, los MiG-29 y Sukhoi-25, vendidas por Bielorrusia, y los MiG-29SE, suministrados por la Federación Rusa, entre 37 y 38 años de servicios.
“En comparación con los países vecinos, la Por ejemplo, no es factible repotenciar los aviones de combate de fabricación rusa. En estos momentos, por la situación de conflicto con Ucrania, las fábricas rusas se encuentran con serias dificultades para atender los requerimientos de sus clientes, como el Perú. A esto hay que sumar que los rusos sufren embargos y sanciones económicas, por haber invadido y tomado posesión de territorio ucraniano”, explicaron fuentes del Ministerio de Defensa.
Según los reportes consultados, la FAP cuenta ahora con 12 Mirage 2000P —el 12 de abril de este año se accidentó uno en Arequipa—, 18 Sukhoi-25 y 18 MiG-29. Pero de las 47 aeronaves de guerra, menos del 5% se encuentra operativo.
De las preguntas del pliego interrogatorio al ministro Walter Astudillo, destacan las que ponen en duda la necesidad de modernizar la defensa aérea y un desconocimiento del proceso de evaluación.
“¿Cuáles son las razones para destinar tres mil quinientos millones de dólares en la compra de aviones de combate? ¿Existe algún informe técnico al respecto? ¿En qué fecha fue elaborado el informe técnico o los informes técnicos?”, son algunas de las preguntas. “¿No hay otras prioridades en el sector Defensa, como el aumento de las remuneraciones de integrantes de las Fuerzas Armadas para que se destinen tres mil millones de dólares para la compra de aviones?”, precisa otra interrogante.
Adquirir o no aeronaves de guerra no solo tiene un costo económico, sino también político.