Triunfo para seguir soñando. El cómo se gana en unas Eliminatorias tan duras como lo son las de Sudamérica, no importa. Perú no era favorito ante Uruguay en el Estadio Nacional y posiblemente no lo sea lo que resta en este camino rumbo al Mundial Norteamérica 2026. Además, llegábamos heridos por los lesionados y suspendidos, pero el defensor Miguel Araujo sobre el final del partido tenía en su cabeza el gol del triunfo, triunfo ahogado que hizo delirar a todo un pueblo peruano que sueña y sueña despierto (1-0).
En el trámite del partido Jorge Fossati salió con su tradicional 3-5-2, donde la novedad fue la inclusión de Alexander Callens como carrilero por el sector izquierdo, -posición donde le costó mucho para ir al ataque- y Oliver Sonne junto a Jesús Castillo en la contención. El elenco charrúa se adueñó del balón los primeros minutos e intentó salir jugando desde atrás, tal y como lo pide siempre Marcelo Bielsa; mientras que la Bicolor presionó las salidas. En ese momento no encontrábamos por ningún lado la posesión.
Darwin Núñez tuvo la primera aproximación con un cabezazo que fue a las manos de Pedro Gallese. Con el correr del partido este se hizo muy luchado en el medio sector, incluso en una lucha aérea Edison Flores chocó con Federico Valverde, quien tuvo un pequeño corte en la boca tras la fricción.
Pasada la media hora de juego, Perú se acomodó mejor e intentó armar paredes por el sector derecho con Andy Polo, Jesús Castillo y Oliver Sonne. A poco del final el equipo de Jorge Fossati tuvo la más clara. Sergio Peña recogió un balón en el mediocampo y de unos 25 metros sacó un zurdazo que puso a trabajar a Sergio Rochet, en el rebote el Orejas Flores se resbaló por lo que no pudo recoger el balón.
Para el complemento hubo un cambio de actitud. Flores, Peña y Polo fueron los que intentaron inquietar a Rochet con tres remates que, sin ser tan claros, levantaron a la gente que llegó hasta el coloso de José Díaz. La defensa uruguaya buscaba salir jugando desde su área, pero la presión peruana obligaba al error. Las divididas también eran nuestras, por lo que Fossati movió su banco sobre los 70 minutos y ordenó el ingreso de Bryan Reyna y Piero Quispe para darle más movilidad al ataque.
Hasta que sobre el final del compromiso vino el gol con un cabezazo de Araujo (88’) tras previo centro de Quispe. Con complicidad de Rochet, la pelota se fue al fondo de la red y finalmente pudimos salir de esa última casilla. Sumamos 6 puntos y la clasificación es posible.
