En Estados Unidos, la Administración del Seguro Social ha anunciado que, debido a los menores niveles de inflación, los beneficiarios del programa recibirán un aumento del 2.5% en sus cheques mensuales a partir de enero de 2025. Este ajuste representa un incremento promedio de más de US$50 al mes para millones de jubilados y otros beneficiarios, incluidos discapacitados y niños. Aunque el aumento es menor en comparación con años anteriores, sigue siendo una ayuda para aquellos que dependen de estos ingresos para cubrir sus gastos diarios.
Sin embargo, muchos jubilados han expresado su preocupación, dado que señalan que este incremento no será suficiente para hacer frente al aumento continuo de los costos de vida, como los alimentos y los servicios básicos. Aunque la inflación ha disminuido, los precios en ciertos sectores continúan siendo elevados, lo que obliga a algunos beneficiarios a buscar trabajos de medio tiempo para llegar a fin de mes.
El ajuste del 2.5% en los beneficios refleja una inflación más moderada en 2024, en contraste con el incremento del 3.2% otorgado en 2024 y el aumento histórico del 8.7% en 2023, que se debió a una inflación récord en 40 años. La Administración del Seguro Social comenzará a notificar a los beneficiarios sobre sus nuevos montos a partir de diciembre, con los primeros pagos ajustados, lo que llegará a casi 7.5 millones de personas que reciben Seguridad de Ingreso Suplementario a partir del 31 de diciembre.
El programa de Seguro Social, que se financia con impuestos sobre la nómina recaudados de trabajadores y empleadores, también verá un aumento en la cantidad máxima de ganancias sujetas a impuestos sobre la nómina, subiendo de 168.600 dólares en 2024 a 176.100 dólares en 2025. Este ajuste ayudará a mantener los ingresos del programa en niveles más sostenibles, aunque el futuro financiero de este programa sigue siendo incierto.
A pesar de estos incrementos, el futuro de la Seguridad Social enfrenta un desafío considerable. Según el informe anual de los fideicomisarios de Seguro Social y Medicare, se estima que el fondo fiduciario del programa no podrá cubrir todos los beneficios a partir de 2035, lo que significaría una reducción en los pagos. Si el fondo se agota, el gobierno solo podría pagar el 83% de los beneficios programados, lo que generaría preocupación entre millones de jubilados y otros beneficiarios.
Líderes políticos y organizaciones como la AARP han pedido al Congreso que tome medidas para fortalecer el fondo fiduciario y garantizar la seguridad financiera de los adultos mayores. Mientras tanto, los debates sobre cómo proteger y mantener el programa continúan, con propuestas de los candidatos presidenciales Kamala Harris y Donald Trump que sugieren enfoques diferentes para abordar el déficit del fondo fiduciario y garantizar la continuidad del programa para las generaciones futuras.
