Una ONG anunció este jueves que presentó una demanda civil en Estados Unidos contra un coronel salvadoreño por el asesinato de un periodista neerlandés en 1982, durante la guerra civil en El Salvador.
La demanda fue presentada en un tribunal de Virginia (este de Estados Unidos), donde vive el militar retirado salvadoreño Mario Reyes, señaló la ONG Center for Justice & Accountability (CJA, Centro de Justicia y Responsabilidad), en un comunicado.
La demanda es "por su presunto papel en el asesinato de Jan Kuiper", uno de cuatro periodistas neerlandeses asesinados el 17 de marzo de 1982 en una emboscada tendida por militares salvadoreños en las afueras del poblado norteño de Santa Rica.
La acción legal fue interpuesta "en nombre" de Gert Kuiper, un hermano de la víctima, quien más allá de buscar un "resarcimiento económico" anhela terminar con "la impunidad" en este cuádruple crimen.
"Esta demanda le da a mi familia la oportunidad de obtener una rendición de cuentas por el asesinato de mi hermano", dijo Gert Kuiper, citado en el comunicado.
Junto a Kuiper fueron asesinados los periodistas Koos Jacobus Andries Koster, Hans Lodewijk ter Laag y Johannes Jan Willemsen, quienes filmaban un documental en El Salvador.
Su asesinato fue reconocido por una Comisión de la Verdad de Naciones Unidas "como uno de los crímenes más emblemáticos" de la guerra civil (1980-1992), recordó la abogada del CJA Claret Vargas, según el comunicado.
"Nosotros no hemos pedido una cantidad específica" como indemnización, remarcó.
En agosto pasado un juzgado salvadoreño ordenó juzgar a Reyes, al exministro de Defensa José Guillermo García y al coronel Francisco Morán por el asesinato de los cuatro neerlandeses.
A Morán y Reyes se les atribuye la "autoría mediata" de los asesinatos, mientras que a García se le imputa el delito de "comisión por omisión".
Los tres oficiales están retirados y son de avanzada edad: Reyes tiene 84 años, García 89 y Morán 90.
La justicia salvadoreña ha pedido a Estados Unidos la extradición de Reyes.
El comunicado de CJA fue divulgado en El Salvador por la Fundación Comunicándonos, que representa en el país a las familias de los periodistas asesinados y colabora con la ONG estadounidense.