Uno de los monumentos más icónicos de Sudamérica estuvo muy cerca de obtener el título de una de las nuevas maravillas del mundo. A pesar de su riqueza cultural y su atractivo turístico, este sitio no logró imponerse frente a competidores como Machu Picchu y el Cristo Redentor. Situado en un remoto rincón del océano Pacífico, este lugar ha captado la atención del mundo gracias a sus misteriosas esculturas y su singular historia, unida estrechamente a la herencia polinesia y a la influencia sudamericana. ¿De cuál se trata?
Las estatuas Isla de Pascua, localizada en Chile, fue uno de los finalistas en la competencia mundial por convertirse en una de las siete nuevas maravillas del mundo. Conocida mundialmente por sus impresionantes moáis, estas enigmáticas estatuas de piedra han sido motivo de fascinación durante siglos. A pesar de su valor cultural y arqueológico, la Isla de Pascua perdió su lugar ante Machu Picchu y el Cristo Redentor, que fueron finalmente seleccionados por su influencia y reconocimiento a nivel global.
Los moáis de la Isla de Pascua son monumentos de piedra tallados por los antiguos habitantes rapanui, que representan figuras ancestrales. Estas estatuas, que oscilan entre tres y diez metros de altura, fueron erigidas como guardianes de la isla y símbolos de la conexión espiritual de sus pobladores con sus ancestros. Aunque la Isla de Pascua no logró el título oficial, su inclusión entre los finalistas es un reconocimiento a su estatus como uno de los sitios más icónicos de Sudamérica.
A continuación, se enumeran las diez finalistas que, aunque no ganaron el título de maravillas del mundo, estuvieron muy cerca de obtener el reconocimiento:
Estos sitios destacaron por su valor histórico y cultural, pero finalmente no lograron ser seleccionados entre las siete nuevas maravillas del mundo. Sin embargo, todos representan la riqueza patrimonial y arquitectónica que cada región aporta al legado mundial.
La Isla de Pascua es famosa por sus majestuosos moáis, unas esculturas de piedra que han sido talladas y erigidas por los antiguos habitantes rapanui como un tributo a sus ancestros. Estas figuras se encuentran distribuidas a lo largo de la isla, muchas de ellas alineadas en plataformas ceremoniales conocidas como Ahu, y algunas mirando hacia el océano.
Además de sus estatuas, la isla alberga otros sitios arqueológicos de gran importancia, como la ciudad ceremonial de Orongo y el cráter del volcán Rano Kau, que ofrece vistas espectaculares de paisajes naturales únicos. Declarada Patrimonio de la Humanidad, la Isla de Pascua atrae a miles de turistas cada año, fascinados por el misticismo y la historia que envuelven a este enigmático rincón del Pacífico. A pesar de su derrota en la competencia de las maravillas del mundo, la isla sigue siendo un destino imperdible, preservando su estatus como un tesoro cultural de Sudamérica.