A puertas de cumplirse un mes de la renuncia de Oliver Stark y aún sin directorio, el Consejo Fiscal (CF) reiteró su preocupación por la petrolera estatal y su deterioro financiero, el cual ha impulsado al gobierno a implementar medidas de apoyo, que se resumen en aproximadamente US$4.000 millones del tesoro público. Asimismo, asegura que la modernizada refinería de Talara no garantiza un margen suficiente para la sostenibilidad de Petroperú.
El ministro de Economía y Finanzas, José Arista, destacó que la producción de la refinería alcanzó cerca de 80.000 barriles diarios de petróleo, con expectativas de llegar al pico de 95.000 para diciembre. Esto permitiría, aparentemente, cubrir sus deudas en un plazo de cuatro a seis años.
No obstante, para el CF, "las notorias ineficiencias y elevados gastos, así como la fuerte pérdida de participación de mercado en años recientes y el elevado endeudamiento" podrían poner en duda las proyecciones sobre su destino y el de la petrolera. En esa línea, el principal riesgo fiscal deviene precisamente del alto grado de apalancamiento.
"En los últimos años, Petroperú ha registrado niveles de déficit primario y de pagos de intereses significativamente superiores al resto de empresas públicas no financieras, a junio explicaba entre 0,3 y 0,4 p.p. del déficit fiscal acumulado (4% del PBI)", se lee en el comunicado.
Si bien el CF destaca que se estarían comprometiendo recursos del tesoro público para aliviar temporalmente la liquidez de la empresa, Carlos Herrera Descalzi, exministro de Energía y Minas, señaló para La República que sería mucho más caro dejar que se ahogue a rescatarla.
"Si quiebra, los daños contra el país serán mucho mayores. No es opción. Sin embargo, hay que hacer una reingeniería. Su conducción tiene que ser mucho mejor de lo que fue. Las personas que asuman, no deben ir con consignas políticas", anotó.
Según el artículo 47 del Estatuto de Petroperú, el directorio deberá estar compuesto por seis miembros: tres de ellos designados por el Ministerio de Economía y Finanzas, dos por el Ministerio de Energía y Minas y uno por los trabajadores. Una de las voces más cantadas para asumir la presidencia de la petrolera estatal es Alejandro Narváez, expresidente de la empresa pública durante el periodo 2003-2005.
