En el 2023, Jefferson Farfán mostró su inconformidad con la presidenta de la Corte Superior de Justicia de Lima, María Delfina Vidal La Rosa, quien es presuntamente cercana a Andrés Hurtado, conocido popularmente como Chibolín. La jueza removió a las magistradas que llevaban sus casos de difamación contra Magaly Medina. A raíz de esta conexión y de la detención de Hurtado por presunto lavado de activos y tráfico de influencias, Farfán ha manifestado públicamente su preocupación por la imparcialidad de la justicia.
Recientemente, el programa de televisión “Amor y Fuego” abordó a Jefferson Farfán para conocer su opinión sobre la situación. Al ser consultado sobre la influencia que podría haber tenido Andrés Hurtado en su proceso judicial, el exfutbolista levantó los hombros, sin afirmar ni desmentir la presunta intervención. Sin embargo, reafirmó su confianza en que "todo caerá por su propio peso" y se mostró firme en su búsqueda de justicia.
La controversia sobre la influencia de Andrés Hurtado en el juicio de Jefferson Farfán contra Magaly Medina surgió después de que María Delfina Vidal La Rosa, presidenta de la Corte Superior de Justicia de Lima, se viera vinculada con Chibolín. Este último se encuentra actualmente detenido en el penal de Lurigancho, acusado de lavado de activos, soborno y tráfico de influencias. Esta conexión ha hecho que el '10 de la calle' ponga en duda la integridad de las decisiones judiciales en su caso contra Magaly Medina.
Farfán, exjugador de Alianza Lima, interpuso una demanda contra Medina por difamación agravada en 2019. A lo largo del proceso, ha señalado que Hurtado podría haber influido en el retraso de su caso. En mayo de 2023, Jefferson ya había expresado su descontento públicamente tras la remoción de las magistradas que conocían su proceso judicial. La medida adoptada por Vidal La Rosa alargó el juicio, algo que el exseleccionado nacional consideró como un acto de interferencia injustificada en su búsqueda de justicia.
"Todo caerá por su propio peso", fue el fuerte mensaje de Jefferson Farfán ante las cámaras de 'Amor y fuego'.
Uno de los episodios más polémicos de este proceso ocurrió cuando Farfán, a través de un comunicado, denunció que la jueza Vidal La Rosa removió a dos magistradas de manera repentina. Estas magistradas estaban a cargo de sus demandas contra Magaly Medina, lo que resultó en una dilatación del juicio y en una sensación de falta de imparcialidad.
"En menos de 48 horas desde emitido el programa ‘Magaly TV La Firme’, se han cambiado única y exclusivamente a las dos magistradas que conocían mis procesos contra Magaly Medina y Patrick Llamo. Me pregunto, ¿tanto es el poder de Magaly Medina?", manifestó Farfán en esa ocasión. Esta declaración sugiere que el exfutbolista percibe que las influencias externas podrían haber interferido directamente en su caso, afectando la resolución justa de sus acusaciones de difamación y violación a la intimidad.
A pesar de los inconvenientes, el Poder Judicial falló a favor de Farfán, sentenciando a Magaly Medina a un año y ocho meses de prisión suspendida y al pago de 100 mil soles por los daños causados. No obstante, los cuestionamientos sobre la influencia de Andrés Hurtado continúan en la mente del exfutbolista, especialmente ahora que Hurtado está bajo investigación por delitos graves.
Jefferson Farfán inició un proceso legal contra Magaly Medina en agosto de 2019, acusándola de difamación agravada junto con su productor, Patrick Llamo. El exfutbolista argumentó que ambos llevaron a cabo una campaña de desprestigio en su contra, afectando su reputación, honor y dignidad. Entre los calificativos difamatorios emitidos por el programa de Medina, lo llamaron “cornudo” y “santo cachón del fútbol peruano”, sugiriendo una supuesta infidelidad de su expareja Yahaira Plasencia.
En su denuncia, Farfán presentó como prueba un USB con videos y transcripciones de episodios del programa 'Magaly TV La Firme' emitidos en junio de 2019, donde se hacían afirmaciones sobre su vida personal. Además de la difamación, el exfutbolista presentó otra demanda por violación a la intimidad, luego de que el programa grabara y difundiera imágenes de reuniones en su departamento de Miraflores, sin su consentimiento. En ese caso, Medina fue condenada a dos años y ocho meses de prisión conmutable, junto con el pago de 500 mil soles como reparación civil.
El proceso judicial culminó en una sentencia en contra de Medina, quien fue hallada culpable y sancionada. A pesar de los resultados favorables, Farfán aún cuestiona si el proceso se llevó a cabo de manera justa, considerando las conexiones que aparentemente influyeron en el desarrollo de su caso.
