El Archivo General de la Nación (AGN) custodia cuidadosamente una serie de documentos históricos que muestran las diversas facetas del contralmirante Miguel Grau Seminario, abarcando desde su formación como marino hasta su legado heroico durante la Guerra del Pacífico.
Esta valiosa colección refleja su vida militar, su entorno familiar y los momentos más destacados de su carrera naval, incluyendo la construcción del emblemático monitor Huáscar y su sacrificio en la batalla de Angamos.
La colección del Archivo General de la Nación (AGN) alberga documentos significativos, comenzando con su admisión a la clase de Guardia Marina de la Armada Nacional en 1845, un hito que marca el inicio de su prometedora carrera naval. Este registro, que forma parte del fondo del Ministerio de Hacienda, permite explorar los primeros pasos de Grau como marino.
Asimismo, el AGN conserva su ascenso a teniente segundo de la Armada Nacional en 1863, un ascenso firmado por el entonces presidente Juan Antonio Pezet, crucial para cimentar su liderazgo en la Marina peruana.
Otro aspecto destacado en esta colección son los documentos que revelan la vida familiar de Grau. Se encuentran registros de nacimiento de sus hijos, Carlos, Rafael, Victoria y Elena Grau Cabero, que pertenecen al fondo de la Municipalidad Metropolitana de Lima. Estos registros ofrecen una visión más íntima del héroe, complementando su dimensión humana.
Entre las joyas archivísticas, destaca el contrato original de 1864 que autoriza la construcción del monitor Huáscar por un monto de 71.000 libras esterlinas. Este buque se convertiría en un símbolo de resistencia y valor, y el documento, firmado en Londres y parte de los Documentos Oficiales del AGN, es fundamental en la historia naval de Perú.
Finalmente, se custodia un expediente por defraudación relacionado con la provisión de ochenta camisas para los marineros del Huáscar, firmado por Miguel Grau y otros destacados oficiales como Diego Ferré. Este expediente ilumina las complejidades de la gestión naval durante tiempos de guerra y rebelión, especialmente en el contexto del secuestro del Huáscar en 1877, durante la sublevación liderada por Nicolás de Piérola.
El Archivo General también resguarda documentos significativos que rinden homenaje póstumo al héroe Miguel Grau. Entre ellos se encuentra el oficio fúnebre emitido por el gobierno en honor a Grau y su tripulación, quienes cayeron en el combate de Angamos en 1879. Este documento es un reflejo del profundo respeto y reconocimiento que la Nación tiene hacia el Caballero de los Mares.
Asimismo, destaca una resolución legislativa de 1983 que establece una curul permanente en el Congreso de la República con el nombre de Miguel Grau. Este homenaje se renueva en cada sesión legislativa, donde se escucha el clamor unísono de "¡presente!" en su honor, siendo uno de los gestos más simbólicos que perpetúan su memoria.
El combate de Angamos se llevó a cabo el 8 de octubre de 1879 en Punta Angamos, que en aquel entonces pertenecía a Bolivia. Esta fecha es crucial para rendir homenaje al almirante Miguel Grau, quien sacrificó su vida defendiendo los intereses de nuestro país durante el enfrentamiento entre Perú y Chile.
Este martes se conmemoran 145 años de este evento, que también resultó en la captura del monitor Huáscar por la Marina chilena. A pesar de la pérdida de Grau, este combate se considera uno de los hitos históricos más significativos de nuestro país, generando respeto y admiración en todo el mundo. Por ello, cada 8 de octubre se celebra un feriado en nuestro calendario cívico nacional, según el Decreto Legislativo 713.