Andrés Iniesta, que anunció este martes su retirada como futbolista profesional, tuvo una destacada carrera llena de éxitos tanto en el FC Barcelona como en la selección española.
Estos son cinco partidos que marcaron la carrera del talentoso centrocampista nacido en Fuentealbilla (Albacete) hace 40 años:
Tras haber destacado en las categorías inferiores del Barcelona, el técnico neerlandés Louis van Gaal le hizo debutar con 18 años en el primer equipo, en un partido de Liga de Campeones en Brujas, formando pareja de mediocentro con Gerard López y con el argentino Juan Román Riquelme de enganche.
Fue ya una demostración de lo que iban a disfrutar los seguidores azulgranas en los años venideros: balón pegado al pie, casi imposible quitárselo, apoyos constantes a sus compañeros, pases milimétricos.
El único gol del partido, anotado por Riquelme, nació de una recuperación de Iniesta en el centro del campo, bajando la pelota con el pecho para Gerard, que se la pasó al argentino, quien tras deshacerse de la marca de dos rivales conectó un derechazo a la red.
La gran actuación de Iniesta, que pudo haber coronado con un gol pero mandó alto un remate al final del partido cuando lo tenía todo a favor para marcar, no le sirvió para asentarse en el primer equipo, que alternó con el filial.
Primera temporada de Pep Guardiola en el banquillo (2008-2009) y con Iniesta ya fijo en el once inicial del Barcelona, el club catalán se plantó en semifinales de la Liga de Campeones, en la que se enfrentó al Chelsea, que había arrancado un valioso 0-0 en el Camp Nou en la ida.
El 6 de mayo de 2009, en Stamford Bridge, todo parecía perdido para los azulgrana, que perdían 1-0 casi desde el inicio del encuentro con un gol de Michael Essien, cuando tres minutos después de los 90 reglamentarios, a la desesperada, Messi pasó a Iniesta, que desde el balcón del área conectó un zapatazo con la derecha que se coló en la escuadra de Petr Cech.
El Barcelona acabaría levantando la 'Orejona' en el Olímpico de Roma tras ganar 2-0 al Manchester United en un año 2009 que acabó con un histórico 'sextete' de títulos.
Con el Barcelona convertido en una máquina de jugar al fútbol, con su trío mágico en la medular formado por Busquets-Xavi-Iniesta, y de ganar títulos, el Real Madrid fichó como entrenador a José Mourinho para poder plantar cara a su gran rival en el fútbol español.
Pero el 29 de noviembre de 2010, el Real Madrid sufrió una de las mayores humillaciones de su historia en el Camp Nou, perdiendo por 5-0, con goles de Xavi, Pedro, dos de David Villa y el último de Jeffrén.
Iniesta no marcó ese día, pero fue el director de la orquesta azulgrana y el que asistió a Xavi Hernández para abrir el marcador en el minuto 9 de juego.
Desde que debutó en un Clásico en noviembre de 2004 (jugando los últimos 20 minutos en un 3-0 a favor del Barça en el Camp Nou), Iniesta se enfrentó en 38 ocasiones al Real Madrid, con un balance de 16 victorias, 10 empates y 12 derrotas.
Además del 5-0 de la temporada 2010-2011, ya había participado en el famoso 2-6 en el Santiago Bernabéu de la 34ª jornada de la temporada 2008-2009 que sirvió para sellar la primera liga de la era Guardiola.
Sin embargo, es muy probable que del que mejor recuerdo guarde Iniesta sea de otra victoria en campo rival, un 0-4 en la 2015-2016, ya con Luis Enrique en el banquillo y con el brazalete de capitán, en el que el genio de Fuentealbilla dio el pase a Neymar en el segundo gol y anotó el tercero con un derechazo.
Fue tal la demostración ese día del manchego, que buena parte de los aficionados que llenaban el Santiago Bernabéu le despidieron con una ovación cuando fue sustituido en el minuto 77 por Munir El Haddadi.
Más allá de sus éxitos con el Barcelona, Iniesta entró para siempre en la historia del fútbol español por ser el autor del único gol en la final del Mundial de Sudáfrica-2010, el único título mundial de la 'Roja'.
En el Soccer City de Johannesburgo, en la prórroga de un partido con el marcador inamovible de 0-0, a cuatro minutos de los fatídicos penales, Cesc Fábregas cazó un rechace de la defensa neerlandesa al borde del área y cedió a la derecha, donde Iniesta marcó de media volea para dar el título a España.
Muy recordada también fue la dedicatoria a su amigo Dani Jarque, capitán del Espanyol fallecido repentinamente unos meses antes, y por la frase lanzada por Iniesta en la celebración en Madrid, al ver el estado de locura que el título había provocado en el país, soltó: "Si lo sé, no marco el gol".
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