Abraham Mina, empresario cercano al popular conductor Andrés Hurtado, compartió recientemente detalles sobre cómo maneja las finanzas de su amigo, incluidas transferencias significativas hacia Josetty Hurtado, hija de Andrés. Según explicó Mina, las considerables sumas de dinero eran enviadas a la cuenta bancaria de la influencer, asegurando que dichos movimientos eran bancarizados. No obstante, también reveló que en varias ocasiones recurrió a métodos alternativos para realizar otros envíos, como el uso de servicios de delivery en moto lineal, con el objetivo de evitar fiscalizaciones y agilizar las entregas.
Mina, propietario de la empresa Mina Consultores SAC, detalló que su participación en los negocios de Hurtado se extendió durante varios años, tiempo en el cual manejó millonarias sumas destinadas a la producción de los programas de televisión del presentador y a cubrir gastos personales, como pagos de propiedades y manutención de sus hijas en el extranjero.
Abraham Mina aseguró que los depósitos de dinero hacia Josetty Hurtado se realizaban mensualmente, aunque en ciertas ocasiones la cantidad se incrementaba. “Cada mes había gastos que cubrir, tanto del programa como asuntos personales de Andrés. Los depósitos para las hijas de Andrés, que viven en Estados Unidos, podían ser de hasta 2,000 dólares mensuales, pero en meses como julio o diciembre, la cantidad subía a 10,000 dólares o más”, detalló Mina.
La cercanía de Mina con la familia de Andrés Hurtado ha sido de larga data, y en su rol como tesorero gestionaba todos los fondos que pasaban por su empresa, Mina Consultores SAC, debido a que las cuentas de Hurtado estaban congeladas. “Yo era como un mánager para él. Buscaba financiamiento y controlaba qué se pagaba y qué no. Parte era para Andrés, otra parte para mí, y el resto se destinaba a la producción del programa”, confesó Mina.
Además de los depósitos tradicionales, el tesorero de Andrés Hurtado reveló haber recurrido a envíos de dinero en efectivo a través de delivery en moto lineal, una práctica que, aunque inusual, le permitía manejar grandes sumas de dinero sin dejar rastros fiscales. “La cantidad de veces es lo de menos; lo hacía porque es más rápido. Fueron unas diez veces en total, y el dinero probablemente venía de alguna facturación reciente”, sostuvo Mina.
Según el empresario, el monto de los envíos realizados a través de delivery sumaba al menos 6,000 dólares. Esta modalidad, que ha sido objeto de críticas por su falta de transparencia, permitió a Mina operar fuera de la supervisión de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT), evitando así problemas con el ente fiscalizador.
Mina también detalló las cuantiosas inversiones que se realizaban para la producción de cada episodio del programa de Andrés Hurtado, conocido popularmente como Chibolín. Según sus palabras, los costos alcanzaban hasta los 20,000 dólares, cifra que incluía desde el pago a proveedores hasta gastos personales del conductor. Además, administraba estos fondos y llevaba un control riguroso a través de un libro de caja, donde anotaba las transacciones y giraba recibos simples.
En su relato, el tesorero de Andrés Hurtado también mencionó los problemas financieros con SUNAT, atribuyéndolos a la informalidad en la que él y Hurtado habían operado durante años. “Lamentablemente, vengo de un mundo informal, de trabajar en cumbia. En este mundo hemos aprendido de a pocos”, manifestó Mina.
A lo largo de la entrevista, Abraham Mina también reconoció desconocer detalles sobre la presunta red de tráfico de influencias en la que Hurtado se encuentra involucrado, pero indicó que durante su tiempo como tesorero tenía un conocimiento limitado sobre otros aspectos de la vida del presentador.