Crisis en el sistema de salud mental en el Perú. A solo unos días en que se celebre el día de la Salud Mental, el Perú se encuentra inmersa en un deterioro luego del impacto de la Pandemia por el Covid-19 y los desafíos sociales que enfrentan los ciudadanos peruanos. Solo hasta junio del 2024, se han atendido 900 mil personas por distintas afecciones mentales, y se prevé que se traspase la barrera del 2023 para fines de este año.
El día de la Salud Mental se celebrará este 10 de octubre, y según los análisis del INEI, los más afectados por diversos tipos de afecciones, son los jóvenes entre los 15 y 29 años, del cual, las mujeres mantienen una mejor prevalencia. Además de ello, en todo el Perú, el Gobierno solo estima el 2% del dinero que envía al Minsa para resolver los problemas de salud mentales en la población peruana, según la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos en Latinoamérica (Alafal).
Desde el año 2021, luego de la flexibilización de las restricciones debido a la pandemia, se ha observado un notable incremento en la cantidad de atenciones en salud mental. En el año 2021 se registraron 1,84 millones de casos atendidos, cifra que se elevó a 2,11 millones en el año 2022. A pesar de que en 2023 la cifra retrocedió nuevamente a 1,84 millones, los niveles se mantienen elevados en comparación con los años anteriores a la pandemia.
En el transcurso del año 2024, esta tendencia al alza continúa, con más de 900 mil atenciones contabilizadas hasta el mes de junio. Estos datos sugieren que el total de atenciones durante el año superará una vez más los 1,8 millones de casos, evidenciando la persistencia de la demanda de servicios de salud mental en la población.
El Doctor médico, Julián Obregón, quien es miembro del Comité Médico de la Alafal, resaltó la importancia de aumentar las acciones preventivas como clave para hacer frente a la creciente demanda en el ámbito de la salud. En sus declaraciones, mencionó que menos del 2% del presupuesto destinado a la salud se enfoca en la atención de enfermedades mentales, lo cual resulta insuficiente para cubrir las necesidades del país.
Según datos proporcionados por el INEI, se ha revelado que un 32,3% de los jóvenes comprendidos entre los 15 y 29 años han enfrentado dificultades relacionadas con la salud mental en el transcurso del último año. Es importante destacar que esta problemática afecta de manera más significativa a las mujeres jóvenes, con un porcentaje del 30,2%, en comparación con los hombres, cuya cifra alcanza el 22,9%.
En la actualidad, el sistema público de salud cuenta únicamente con 294 psiquiatras para atender a toda la población del país, indica la Alafal. Esta escasez de especialistas provoca demoras significativas en la atención de los pacientes que requieren servicios de salud mental.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la falta de atención a la salud mental genera pérdidas económicas globales de un billón de dólares al año. En el Perú, la depresión y la ansiedad, que afectan cada vez más a los trabajadores, han provocado un aumento en el ausentismo y en el bajo rendimiento laboral, impactando especialmente en sectores como el comercio, la manufactura y los servicios. Esta situación afecta la productividad empresarial y frena el crecimiento económico del país.
Es importante destacar que la salud mental en el ámbito laboral es un tema crucial que requiere una atención prioritaria. La OIT ha señalado que invertir en programas de bienestar emocional y en la prevención de trastornos mentales no solo beneficia a los trabajadores, sino que también contribuye de manera significativa a la economía en general.