Este 7 octubre se cumple un año de la masacre en el festival de música de Reim, hecho que marco el inicio de la guerra en Gaza. Aquel día de 2023, comandos de Hamás se infiltraron desde Gaza hacia el sur de Israel, empleando explosivos y excavadoras para atravesar la barrera que separa el territorio palestino de Israel. Durante su incursión, atacaron de manera indiscriminada en un kibutz, bases militares y en el lugar donde se celebraba el festival Nova.
El asalto dejó un saldo de 1.205 muertos, también resultó en secuestro a 251 personas, de las cuales 97 todavía se encuentran retenidas en Gaza. La contraofensiva no se hizo espera y, según información del Ministerio de Salud gazatí, más de 40 mil personas han muerto debido a los ataques del ejército de Israel.
El 7 de octubre de 2023, Hamás lanzó un ataque sorpresa que desencadenó una respuesta militar masiva por parte del ejército de Israel, lo que resultó en miles de muertos y millones de desplazados en la Franja de Gaza. A lo largo de estos 12 meses, Medio Oriente ha experimentado una escalada de violencia sin precedentes, con bombardeos constantes que han devastado hospitales, escuelas y viviendas, agravando la ya crítica situación humanitaria. La ONU ha alertado que el 90% de la población gazatí ha sido desplazada al menos una vez desde el inicio del conflicto.
El gobierno israelí, bajo el liderazgo de Benjamín Netanyahu, ha mantenido su postura de atacar a las fuerzas de Hamás, mientras que la comunidad internacional ha intentado, sin éxito, mediar para alcanzar un alto al fuego. Mientras tanto, el Líbano, a través de Hezbolá, e Irán han aumentado su retórica antiisraelí, lo que ha generado un incremento de la tensión en la región. La frontera de Rafah sigue siendo uno de los pocos puntos de salida para la población de Gaza, pero permanece bajo estrictas restricciones, lo que dificulta la asistencia humanitaria y agrava la desesperada situación de los civiles atrapados en el conflicto.
El impacto del conflicto en Gaza ha sido devastador. Según datos del Ministerio de Salud gazatí, cerca de 42.000 personas han muerto en un año de bombardeos incesantes por parte del ejército de Israel. Este grave escenario se ha intensificado debido falta de tecnología y equipos para rescatar personas de los escombros, lo que ha dejado a miles de personas desaparecidas bajo los restos de edificios destruidos. OXFAM informó que unas 20.000 personas permanecen sepultadas bajo los escombros, sin ser identificadas o recuperadas.
Además, el conflicto ha dejado heridas profundas en la población. Más de 96.000 personas han resultado heridas, muchas de ellas con lesiones graves que requerirán atención médica de por vida. Los hospitales de Gaza han colapsado; solo 17 de los 36 centros hospitalarios siguen parcialmente operativos. Según Médicos Sin Fronteras, la escasez de suministros médicos ha obligado a realizar cirugías sin anestesia, lo que ha aumentado el sufrimiento de la población civil.
Decenas de miles de personas se manifestaron este fin de semana en ciudades de todo el mundo, con motivo del primer aniversario de la guerra entre Israel y Hamás, demandando un alto el fuego en Gaza y Líbano y el regreso de los rehenes israelíes. En Berlín, más de mil manifestantes, muchos con kufiyas, exigieron el fin de la ofensiva israelí que ha dejado casi 4.,000 muertos en Gaza. En Londres, miles se unieron a un acto convocado por la Junta de Judíos Británicos, ondeando banderas israelíes y pidiendo la liberación de los rehenes, mientras que en Nueva York, miles de personas se congregaron en Times Square, recordando a los gazatíes que han perdido la vida en el conflicto.
A nivel global, las protestas incluyeron una multitudinaria manifestación en Rabat, Marruecos, y reuniones en varias ciudades, como Madrid y Caracas, donde los asistentes pedían la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel. En Sudáfrica, cientos protestaron en Ciudad del Cabo, exigiendo que el país denunciara la ofensiva israelí ante la Corte Internacional de Justicia. Mientras tanto, el canciller alemán, Olaf Scholz, lamentó que la paz en Oriente Medio parezca más distante que nunca, resaltando la complejidad de la situación en un conflicto que sigue alimentando divisiones y dolor en ambas partes.