La presidenta de Georgia, la proeuropea Salomé Zurabishvili, expresó este viernes a AFP su optimismo sobre una victoria de su campo en las elecciones legislativas de octubre, que calificó de "existenciales" en pleno pulso con el gobierno prorruso de su país.
"Tenemos una especie de referéndum sobre la elección entre Europa o el regreso a un incierto pasado ruso", estimó Zurabishvili, en una entrevista telefónica con AFP.
"Soy bastante optimista respecto a que la población georgiana, que estuvo en un 80% a favor de Europa durante las últimas tres décadas, no va a desdecirse de repente", agregó, calificando los comicios del 26 de octubre de "existenciales".
De cara a las elecciones, los choques aumentan entre Sueño Georgiano, un partido conservador cada vez más crítico con los países occidentales, y la oposición prooccidental, que acusa al gobierno de acercarse a la órbita del Kremlin.
Hace unos meses, el país se vio sacudido por protestas masivas contra una ley sobre "la influencia extranjera", criticada por países occidentales y similar a la normativa rusa que llevó a la represión de toda oposición en el país.
Y, el miércoles, la presidenta georgiana se negó a rubricar una polémica ley que restringe los derechos de las personas LGTB, aprobada en septiembre por el Parlamento, cuyo presidente la firmó finalmente en su lugar de cara a su entrada en vigor.
Para el bando proeuropeo, esta ley del gobierno de Sueño Georgiano, equiparada a la ley de "propaganda gay" de Rusia, alejaría a esta exrepública soviética del Cáucaso de un eventual proceso de integración en la Unión Europea y la OTAN.
Una victoria de Sueño Georgiano, partido del multimillonario Bidzina Ivanishvili, supondría "alejarse de la libertad" y regresar en cierto modo a "un pasado" bajo el yugo ruso, "en el que Georgia ya no tiene su plena soberanía e independencia", advirtió Zurabishvili.