La frase "Yo soy huancaíno por algo" ha trascendido generaciones y fronteras, convirtiéndose en un símbolo de identidad y orgullo para los habitantes de Huancayo y sus alrededores. Aunque su origen puede parecer simple, la historia detrás de esta frase es rica en cultura y refleja las características únicas de un pueblo que ha sabido preservar sus tradiciones, valores y formas de expresión a lo largo del tiempo.
Este lema, más allá de las palabras, se transformó en un estribillo popular que hoy resuena en una canción ampliamente conocida y apreciada tanto por los propios huancaínos como por aquellos que visitan esta región del Perú.
El origen de la canción "Yo soy huancaíno por algo" se remonta a un encuentro que tuvo el compositor Zenobio Dagha en un restaurante en la plaza de Jauja. Mientras compartía bebidas con unos señores locales, Dagha, orgulloso de su identidad huanca, insistió en invitar una ronda, lo que generó un intercambio de camaradería.
Inspirado por este momento, al regresar a su casa en Chupuro, le pidió a su esposa papel pautado para escribir un huayno. Esa noche, en 1945, nació la icónica canción que expresa el orgullo y la valentía de ser huancaíno.
La canción "Yo soy huancaíno por algo" fue grabada por primera vez en 1966 por el reconocido cantante Picaflor de los Andes. El acompañamiento musical estuvo a cargo de la orquesta típica “Engreídos de Jauja”, dirigida por Julio Rosales Huatuco.
Esta interpretación fue fundamental para consolidar el éxito del tema, que había sido registrado oficialmente en la Asociación Peruana de Autores y Compositores (APDAYC) en 1964, casi dos décadas después de su composición original.
La canción se ha convertido en un emblema de la identidad huanca y de la cultura musical del Valle del Mantaro. Es interpretada por más de 40 artistas y ha sido adaptada en múltiples formatos musicales, convirtiéndose en infaltable en repertorios de orquestas típicas de la región.
Su mensaje de valentía y orgullo wanka sigue resonando en las nuevas generaciones, transmitiendo la fuerza cultural de los huancaínos en contextos festivos y tradicionales, especialmente en el Huaylarsh, Santiago y Tunantada.
Zenobio Dagha, nacido el 4 de abril de 1920 en Chupuro, Huancayo, es considerado un creador emblemático de la música peruana. Su legado, especialmente con la composición de "Yo soy huancaíno por algo", ha dejado una huella indeleble en la cultura andina.
Dagha destacó por expresar a través de su música el orgullo, la valentía y la identidad huanca, transformando este sentimiento en un himno popular. Su obra continúa siendo admirada y reinterpretada por nuevas generaciones de artistas peruanos.
A más de cinco décadas de su creación, "Yo soy huancaíno por algo" sigue vigente en la cultura musical peruana. Ha acumulado millones de reproducciones en plataformas digitales y es interpretada por diversos artistas y orquestas típicas.
La canción se ha convertido en un símbolo de identidad, valentía y orgullo huanca. Su legado perdura, transmitiéndose de generación en generación y siendo parte fundamental de celebraciones y eventos culturales que resaltan la fuerza de ser wanka.