Los precios del petróleo se dispararon el jueves por preocupaciones del mercado sobre eventuales ataques israelíes a infraestructuras petroleras iraníes.
El precio del barril de Brent del mar del Norte para entrega en diciembre ganó 5,03% para cerrar en 77,62 dólares.
En tanto, el WTI para noviembre ganó 5,15% a 73,71 dólares.
Las dos variantes alcanzaron su nivel más alto en un mes.
Orientados al alza en la apertura, los precios subieron todavía más tras una declaración al pasar del presidente estadounidense, Joe Biden, durante un breve intercambio con la prensa.
Al ser consultado sobre si estaba de acuerdo con ataques israelíes contra infraestructura petrolera de Irán, Biden respondió: "Estamos discutiendo eso. Creo que sería un poco... de todos modos", sin concluir la frase.
Antes de abandonar la Casa Blanca para viajar al sur de Estados Unidos también le hicieron la siguiente pregunta: "¿Cuáles son los planes para autorizar a Israel a tomar represalias contra Irán?". "En primer lugar, no 'autorizamos' a Israel a hacer nada, asesoramos a Israel. Y hoy no va a suceder nada", respondió el mandatario.
Irán produce 3,4 millones de barriles diarios de crudo según la Agencia Internacional de Energía (AIE).
"Más que todos los otros hechos de este tipo que vi en mi carrera, pienso que este podría hacer realmente daño", resumió Bill O'Grady, de Confluence Investment, que cubre el mercado petrolero desde hace 35 años.
En caso de daño a su infraestructura, Irán podría "cerrar el estrecho de Ormuz", único punto de paso para las exportaciones marítimas de varios productores mayores de Medio Oriente, sostuvo el analista.
Navíos de guerra estadounidenses están estacionados en la zona y podrían intervenir, "pero eso nunca ocurrió antes", advierte O'Grady.
Los precedentes de ataques mayores sobre infraestructuras petroleras son raros.
Y "la posibilidad de ver la oferta global reducirse significativamente es bastante débil, aunque sea la más seria que vimos en bastante tiempo", sostuvo Michael Lynch, de Strategic Energy & Economic Research, en alusión a países que tienen capacidad de reaccionar rápidamente a una caída de la producción iraní
Arabia Saudita dispone de una capacidad excedentaria de 3 millones de barriles. Otras naciones como Rusia, Estados Unidos, Irak, o los Emiratos Arabes Unidos, también podrían abrir el grifo.
Para Lynch, "las alzas de precios" que se vieron en el mercado "no durarán. (...) Es con seguridad un sobresalto sin futuro", en un contexto de demanda sin impulso.