La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) ha emitido una alerta para el 3 al 5 de octubre debido a una tormenta geomagnética que podría impactar la Tierra. Este fenómeno es resultado de una llamarada solar de alta magnitud provocada por la mancha solar AR3842, captada por el Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA. La explosión, ocurrida el 1 de octubre, generó una de las llamaradas más fuertes del ciclo solar actual y ya ha causado interrupciones en las comunicaciones en algunas zonas del planeta.
Según los expertos, esta tormenta geomagnética podría generar auroras visibles en los estados del norte de Estados Unidos y el Medio Oeste. Aunque se espera que los efectos sean leves, los científicos no descartan posibles impactos en las infraestructuras tecnológicas. Los especialistas de la NOAA y otras entidades están monitoreando constantemente el fenómeno y hacen un llamado a la población para que consulten las actualizaciones diarias del Servicio de Predicción del Clima Espacial.
La llamarada solar que podría desencadenar la tormenta geomagnética fue detectada el 1 de octubre por el Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA. Se trata de la segunda erupción solar más fuerte del actual ciclo solar, conocida como Ciclo Solar 25. La mancha solar AR3842 fue el origen de este evento que ha generado una eyección de masa coronal (CME), la cual consiste en una expulsión masiva de plasma cargado eléctricamente desde la superficie del Sol.
Este tipo de eyecciones suelen ser responsables de las tormentas geomagnéticas en la Tierra, al interactuar con el campo magnético del planeta. Los meteorólogos de la NOAA ya han confirmado que la llamarada ha alcanzado la categoría X7.1, una de las más poderosas, lo que ha generado un apagón de radio de onda corta en Hawái, afectando las comunicaciones en esa región. Ahora, los científicos monitorean de cerca la llegada de la eyección de masa coronal, la cual podría impactar el campo magnético de la Tierra en los próximos días.
Las tormentas geomagnéticas pueden tener una variedad de efectos en la Tierra, dependiendo de la magnitud del evento. En el caso de la tormenta pronosticada por la NOAA para el 3 al 5 de octubre, se espera que los efectos sean moderados, con la posibilidad de auroras visibles en algunas zonas del hemisferio norte. Estas luces son el resultado de la interacción entre el plasma solar y el campo magnético terrestre, generando un espectáculo de luces en el cielo.
Sin embargo, más allá de su aspecto visual, las tormentas geomagnéticas pueden afectar las infraestructuras tecnológicas. Las comunicaciones por radio, especialmente en las frecuencias de alta frecuencia (HF), podrían experimentar interrupciones, así como las señales GPS y las redes eléctricas. Aunque se prevé que los efectos sean mitigables en esta ocasión, la NOAA recomienda precaución, especialmente en sectores como el transporte aéreo y las comunicaciones satelitales.
Los expertos de la NASA y la NOAA continuarán monitoreando el desarrollo de la tormenta geomagnética, mientras que la población puede mantenerse actualizada a través de las plataformas oficiales del Servicio de Predicción del Clima Espacial, donde se proporcionarán informes detallados sobre la evolución del fenómeno y sus posibles impactos.
