Los aspirantes a la vicepresidencia de Estados Unidos, el republicano J.D. Vance y el demócrata Tim Walz, se enfrentaron este martes para defender puntos clave del programa de gobierno de sus jefes políticos, en un debate marcado por la actualidad en Oriente Medio y los estragos del huracán Helene.
El compañero de fórmula del republicano Donald Trump y el de la demócrata Kamala Harris se dieron la mano en el estudio de la cadena de televisión CBS en Nueva York, en un debate en el que la cortesía dominó de principio a fin.
Las moderadoras, las periodistas Norah O'Donnell y Margaret Brennan, les lanzaron preguntas sobre cómo hacer frente a la crisis en Oriente Medio, que con el lanzamiento de 200 misiles desde Irán hacia Israel el martes, puede derivar en un conflicto regional.
También los interrogaron sobre la emergencia en el sureste de Estados Unidos por el virulento huracán Helene, que ha dejado más de 155 muertos y daños incalculables.
Durante su visita a Wisconsin este martes, uno de los estados bisagra, Trump ni siquiera mencionó el debate de su compañero de fórmula, pero insistió en que si estuviera al frente del país, "el ataque de hoy contra Israel nunca hubiera ocurrido".
Harris, en cambio, reiteró su compromiso "inquebrantable" con Israel y dijo que apoya "completamente" la orden del presidente, Joe Biden, para que el ejército estadounidense interceptara misiles iraníes.
En otro tema candente como la inmigración, muy divisivo en las respectivas candidaturas presidenciales, Walz acusó a su competidor de "deshumanizar y villanizar" a los inmigrantes -por las acusaciones sin base de que inmigrantes haitianos en Springfield, Ohio, se alimentaban de mascotas-, además de acusarlos de "todos los problemas".
Vance acusó por su parte a los demócratas de ser "proaborto radicales".
"No, no lo somos, somos promujer. Estamos a favor de la libertad de que (las mujeres) hagan su propia elección", respondió Walz.
La Corte Suprema, de mayoría conservadora, anuló en 2022 el derecho constitucional que protegía el aborto, dejando en manos de los congresos estatales regular lo que muchas mujeres consideran un derecho y que ha sido dificultado o eliminado en muchos estados.
Los candidatos a la vicepresidencia también presentaron sus respectivas visiones para resolver otros asuntos acuciantes como los seguros médicos, los cuidados infantiles, el cambio climático o la vivienda, claves para los electores a la hora depositar la papeleta de voto el 5 de noviembre.
Pero los ataques se centraron en especial contra sus jefes políticos, en particular contra Donald Trump cuyo nombre se repitió continuamente a lo largo del debate.
El republicano ha rechazado enfrentarse en un segundo debate con Harris.
Preguntado sobre los comicios de 2020, Vance rehusó responder si Donald Trump perdió esas elecciones frente a Joe Biden. El republicano nunca ha reconocido su derrota. En el debate del martes, su fórmula a vicepresidente aprovechó para acusar a Harris de promover la censura.
Vance, de 40 años, y Walz, de 60, defienden ser la voz auténtica de los cruciales estados del Medio Oeste que podrían decidir por unos pocos miles de votos el ganador de unas unas elecciones que, según las encuestas, siguen empatadas técnicamente a casi un mes de los comicios.
La historia sugiere que los debates de los candidatos a la vicepresidencia rara vez influyen en los resultados, pero en una campaña electoral atípica en la que Harris ha sustituido al presidente Biden en medio de la carrera, la contienda del martes puede sumar.
Thomas Whalen, profesor asociado de Ciencias Sociales en la Universidad de Boston, asegura que el debate "abrirá el apetito de mucha gente para el 5 de noviembre".
Walz y Vance fueron elegidos para captar votos en los estados del centro del país, donde debido al arcaico sistema de colegios electorales que eligen al presidente, unos pocos de miles de votos pueden hacer la diferencia.
Ambos son veteranos militares con sólidas credenciales obreras: Vance es conocido por ser el autor de las memorias "Hillbilly Elegy" (Elegía de un paleto) y Walz por ser un antiguo profesor y entrenador de fútbol americano.
Aunque todavía se desconoce la audiencia que tuvo el debate, Walz buscaba darse a conocer ante un público que sabe poco de él, tras el rápido ascenso de Harris como sustituta de Biden en la candidatura demócrata.
Su política progresista y la etiqueta de "raros" que el demócrata colgó a Vance y a Trump le propulsaron entre las filas de su partido, pero su rival intenta presentarlo a él y a Harris como "marxistas".