Sebastián Marset, conocido como 'El Rey del Sur' es uno de los narcotraficantes más buscados de Sudamérica. Este uruguayo, que se convirtió en una figura clave del tráfico de cocaína hacia Europa, utilizó su fortuna para cumplir su sueño de convertirse en futbolista profesional, mientras blanqueaba dinero a través del deporte. A sus 33 años, sigue siendo un objetivo de la Interpol, la cual ha evadido a pesar de los numerosos intentos por detenerlo.
Su historia comenzó en el mundo del fútbol paraguayo, donde compró su entrada al equipo profesional Deportivo Capiatá gracias al dinero que generó por el narcotráfico. A lo largo de los años, Marset se ha relacionado con múltiples crímenes, incluidos asesinatos, lo que lo convierte en un personaje peligroso para las autoridades de países como Bolivia, Paraguay y Uruguay.
Sebastián Marset es un narcotraficante uruguayo cuya trayectoria criminal lo ha colocado en la lista de los más buscados en la región. Sus actividades delictivas incluyen el tráfico masivo de cocaína hacia Europa y el blanqueo de dinero en Sudamérica. Marset, a pesar de haber sido arrestado en Dubai en 2021, logró su liberación con documentos falsificados, lo que demuestra su habilidad para evadir la justicia.
Marset está vinculado al asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci en 2022, crimen que conmocionó a la región y aceleró las investigaciones sobre sus operaciones. Según el gobierno boliviano, su fortuna podría ascender a decenas o cientos de millones de dólares, acumulada gracia al narcotráfico y la compra de bienes inmuebles en Bolivia, donde residió hasta su última fuga en julio de 2023.
Aunque carecía de habilidades destacadas en el fútbol, Sebastián Marset cumplió su sueño de ser futbolista profesional al comprar equipos y patrocinar clubes en Paraguay y Bolivia. En 2021, pagó 10.000 dólares para jugar en el Deportivo Capiatá de Paraguay, equipo al que llevó a la ruina deportiva. Su poder dentro del club era tal que los árbitros no se atrevían a sancionarlo, y los jugadores pedían que no lo excluyeran, pues él financiaba sus salarios.
Este modelo lo replicó en Bolivia, donde adquirió el equipo Los Leones El Torno F.C., usando su influencia económica para ingresar a la liga regional. A través de estas inversiones, Marset pudo blanquear las millonarias ganancias de su red de tráfico de cocaína, aprovechando la falta de control en el fútbol sudamericano.
Aunque no existen cifras oficiales que detallen con exactitud la fortuna de Sebastián Marset, diversas investigaciones apuntan a que su patrimonio podría superar los 100 millones de dólares. Esta riqueza proviene de su actividad como narcotraficante, en especial del tráfico de cocaína hacia Europa. Parte de su patrimonio fue incautado en operaciones recientes de las autoridades bolivianas, quienes decomisaron propiedades y bienes valorados en 10 millones de dólares.
Entre los bienes incautados se encuentran vehículos de lujo, como un Lamborghini, y armas automáticas, que muestran el poderío de su organización. A pesar de estos golpes a su imperio, Marset sigue prófugo, protegido por redes criminales que operan en varios países sudamericanos