Imágenes tomadas con cámaras aéreas muestran a geoglifos milenarios de Alto Barranco, en el desierto de Atacama, en Chile, bajo numerosas huellas dejadas por vehículos motorizados y camionetas. Las figuras geométricas y con formas de animales fueron realizadas por comunidades prehispánicas entre los años 1000 y 1545 d. C. y ahora están bajo el grave riesgo de ser borradas.
La Fundación Desierto de Atacama ha venido denunciando los daños al patrimonio cultural desde inicios de septiembre, mediante sus redes sociales. “Las imágenes son realmente impactantes por el alto grado de intervención que han sufrido", dijo Gonzalo Pimentel, director de la organización, a El País. Indica que los daños han sido reiterativos por vehículos todoterreno durante décadas.
En las laderas de los cerros del desierto de Atacama, conocido por ser el desierto más seco del mundo, están figuras gigantescas trazadas por comunidades prehispánicas. Se estima que eran usados como guías para rutas caravaneras, según una publicación en la revista científica Diálogo andino.
"Representa estilos prehispánicos de caravanas de llamas con otros motivos recurrentes durante el Desarrollo Regional, intervenidos con intrusiones incaicas e hispánicas. Entre varias hipótesis plausibles se interpreta como una representación del traslado de esclavos afrotarapaqueños", indica la investigación.
Los geoglifos han sobrevivido al paso del tiempo debido a las condiciones naturales del desierto de Atacama. La ausencia de lluvias y la ubicación en una zona de relativa estabilidad tectónica permiten su conservación.
Pero, podrían no permanecer por mucho tiempo si continúa el paso masivo de 'motoqueros' y 'jeeperos', como denuncia la Fundación Desierto de Atacama vía Instagram.
El daño a monumentos nacionales es un delito ante las leyes chilenas. Sin embargo, las autoridades autorizan carreras y actividades en zonas del desierto de Atacama donde están los geoglifos, de acuerdo a declaraciones de Luis Pérez Reyes, director del Museo Regional de Iquique para Bio Bio Chile.
No obstante, cuando el medio chileno consultó a organizadores de carreras con vehículos todoterreno en el desierto, como Atacama Rally, recibieron falta de responsabilidad. Culparon a conductores que recorren rutas en la zona sin permiso.
Se estima que los casos de daño al patrimonio muchas veces quedan abiertos y sin sanción por falta de pruebas, pese a que están penados con hasta cinco años de cárcel y multas de más de 10 millones de pesos.
"Dónde dejas tu huella, es tú decisión. No lo hagas sobre los geoglifos. No sobre la historia de esta tierra", pide el equipo de Fundación Desierto de Atacama mediante redes sociales.