Los hallazgos arqueológicos en Perú siguen sorprendiendo al mundo. Un reciente descubrimiento en Pañamarca, en el valle de Nepeña, Áncash, destaca el papel del poder femenino en la antigua sociedad mochica. Un equipo de arqueólogos del Proyecto de Investigación Arqueológica Paisajes de Pañamarca ha desenterrado un trono completo, acompañado de murales que representan a una mujer en una posición de autoridad.
En julio pasado se realizó un hallazgo sin precedentes en el sector conocido como "Sala del Imaginario Moche". Aunque la figura había sido parcialmente identificada en 2022, las excavaciones no pudieron continuar en ese momento. Este descubrimiento ahora permite profundizar en el estudio y la comprensión de la civilización mochica, que existió entre los años 350 y 850 d.C.
"Este año retomamos la excavación en ese sector, lo que nos permitió abrir en gran parte el muro donde se encuentra la figura femenina, que sería una posible sacerdotisa, que está acompañada de cuatro a cinco personajes masculinos de menor tamaño y que portan una especie de ofrenda. Esta escena nos daría a entender que sería un personaje importante dentro de la ideología Moche en Pañamarca", sostuvo la arqueóloga y directora del proyecto, Jessica Ortiz Zevallos.
El trono de adobe, encontrado en la "Sala del Imaginario Moche" del sitio arqueológico Pañamarca, ubicado en el valle de Nepeña, en la provincia del Santa del departamento de Áncash, está rodeado de muros y pilares que representan diferentes escenas de una mujer poderosa. En algunas escenas se le muestra recibiendo visitantes en procesión y en otras, sentada en su trono. Ortiz describe a la figura femenina como una posible sacerdotisa, acompañada de varios hombres que llevan ofrendas, lo que sugiere su alto estatus en la jerarquía mochica.
Además, las pinturas murales descubiertas también presentan un taller de mujeres hilando y tejiendo, una escena que destaca la importancia de estas actividades en la cultura mochica. La arqueóloga destacó que la poderosa mujer pintada está asociada con la luna creciente, con el mar y sus criaturas, y con las artes del hilado y el tejido. Aunque los estudios debatirán si se trataría de una humana como sacerdotisa o reina, o una mítica diosa.
Otra estructura reveladora es la "Sala de las Serpientes Trenzadas", desconocida en investigaciones anteriores. Este espacio presenta pilares cuadrados decorados con imágenes de un personaje que combina serpientes y piernas humanas, un motivo único en el arte mochica. Las excavaciones han mostrado que esta sala fue objeto de múltiples renovaciones, sobre todo textiles, evidenciando su importancia en ceremonias y rituales.
"Situada sobre la plaza, esta sala ofrecía una posición prominente, casi como los palcos de un teatro o un estadio, desde la que observar lo que ocurría abajo, al tiempo que proporcionaba espacios privados a sus ocupantes privilegiados", explicó el arqueólogo del proyecto, José Antonio Ochatoma Cabrera, a la Agencia Andina.
La conservación de estos hallazgos es crucial, ya que las pinturas murales son extremadamente frágiles. En la actualidad, no son accesibles al turismo debido a la necesidad de protegerlas del deterioro. Ortiz y su equipo trabajan en la documentación y preservación de estas obras, combinando técnicas tradicionales con métodos modernos de grabación digital.
El Proyecto de Investigación Arqueológica Paisajes de Pañamarca, iniciado en 2018, busca comprender las actividades que tuvieron lugar en este sitio y su contexto histórico. La colaboración con instituciones como la National Geographic Society y la Universidad de Columbia refuerza la importancia de este trabajo, no solo para la historia de Perú, sino también para la comprensión global de las civilizaciones antiguas.