El Parole Humanitario es una iniciativa innovadora puesta en marcha por el gobierno de Joe Biden, con el objetivo de facilitar el ingreso a Estados Unidos de ciudadanos de Cuba, Nicaragua, Haití y Venezuela a través de un permiso de viaje especial.
A principios de agosto, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), anunció la suspensión temporal del parole humanitario para cubanos, venezolanos, nicaragüenses y haitianos debido a irregularidades. Tras su restablecimiento, se han implementado nuevas restricciones y requisitos para los patrocinadores.
Ahora, una de las medidas tomadas es que se exigirá la toma de huellas digitales. Los patrocinadores tendrán que acudir a las oficinas de inmigración en la fecha y hora que le serán detallados por medio digitales.
"Con estos procedimientos actualizados, el DHS está reanudando la emisión de autorizaciones de viaje anticipadas y monitoreará de cerca cómo funciona este nuevo proceso en el futuro", declaró el portavoz de Seguridad Nacional, Naree Ketudat, en un comunicado al medio CBS News.
Es importante destacar que los patrocinadores deben ser ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes, y que los solicitantes deben estar sometidos a distintos controles de seguridad.
A través del Parole Humanitario, la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración de Estados Unidos (USCIS) ejerce su discreción para otorgar permisos de permanencia temporal. Este permiso brinda la oportunidad a una persona de ser admitida en Estados Unidos, viajar y quedarse en el país por un período limitado.
Por otro lado, la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA) confiere al secretario de Seguridad Nacional la facultad de otorgar permisos de permanencia temporal a cualquier extranjero que solicite admisión temporal a Estados Unidos por motivos humanitarios o para un beneficio público significativo.
Las autoridades estadounidenses decidieron suspender el parole humanitario para cubanos, venezolanos, nicaragüenses y haitianos debido a una serie de irregularidades detectadas en la presentación de información de los patrocinadores.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) encontró que varios formularios tenían los mismos números de seguridad social, direcciones y teléfonos. Además, se descubrió que en algunos casos se utilizó información de personas fallecidas o datos falsos.
Hasta hace algunas semanas, cualquier persona podía patrocinar a otra, lo que llevó a ciudadanos estadounidenses a ofrecer su documentación en redes sociales a cambio de dinero. Esta situación generó preocupación y llevó a la suspensión del parole humanitario para evitar posibles fraudes y abusos en el sistema.