Estados Unidos presentó este viernes cargos contra tres iraníes por el presunto pirateo de la campaña del candidato republicano a la Casa Blanca Donald Trump, informó el departamento de Justicia.
Paralelamente el Departamento de Estado anunció una recompensa de hasta 10 millones de dólares por información sobre estos tres hombres, sospechosos de estar vinculados a los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de la República Islámica.
Además el Tesoro estadounidense impuso sanciones económicas a siete personas, incluido uno de los acusados.
Este supuesto pirateo informático forma parte de "los intentos de Irán de sembrar discordia y socavar la confianza en el sistema electoral estadounidense", afirmó en rueda de prensa el fiscal general y secretario de Justicia, Merrick Garland.
"El mensaje del gobierno estadounidense es claro: es el pueblo estadounidense, no una potencia extranjera, quien decide el resultado de nuestras elecciones, no Irán y sus acciones informáticas malintencionadas", afirmó.
"No Rusia" y "no China", insistió Garland, en referencia a los intentos de injerencia atribuidos a estos dos países por Washington.
La inculpación hecha pública este viernes abarca tres ciudadanos iraníes "empleados por los Guardianes de la Revolución", que a partir de mayo tomaron como blanco la "campaña presidencial 1", en referencia a Donald Trump, a quien no nombra.
"Los acusados han dejado claro su deseo de socavar la campaña del expresidente Trump para las elecciones de 2024", afirmó Garland.
Esta ofensiva de piratería informática fue auspiciada "por el gobierno iraní", afirmó en un comunicado el director de la policía federal estadounidense (FBI), Christopher Wray.
"Vosotros y vuestros piratas informáticos no podéis esconderos detrás de vuestros teclados", añadió dirigiéndose a Irán.
Se les acusa formalmente de piratería informática, apoyo al "terrorismo", fraude electrónico y usurpación de identidad.
Los Guardianes de la Revolución integran la lista negra estadounidense de "organizaciones terroristas extranjeras" desde 2019.
Según los cargos, estos tres iraníes son ciberpiratas experimentados que desde enero de 2020 participan en una vasta operación con múltiples objetivos: piratear datos e información sobre la política estadounidense en Oriente Medio y avanzar en los planes de represalias por la muerte del general Qasem Soleimani.
Este oficial de los Guardianes de la Revolución, artífice de las operaciones militares iraníes en Oriente Medio, murió el 3 de enero de 2020 en un ataque con drones en Irak ordenado por Donald Trump.
En los últimos meses, los ciberpiratas habrían atacado sobre todo la campaña del candidato republicano.
Tras utilizar operaciones de phishing para acceder a las cuentas de correo electrónico de varios miembros de la campaña, robaron información sobre los preparativos del debate presidencial de junio y los posibles compañeros de fórmula de Donald Trump, según la misma fuente.
