Antes del estreno de Sube a mi nube, su protagonista, Silvana Cañote, asiste a la proyección de un proyecto independiente en el que interpreta a la conductora de un noticiero sensacionalista. “Hemos desarrollado temáticas como el maltrato laboral; lo que hay detrás de un programa infantil; que un serenazgo te intimide por creer que no perteneces a esa zona. Los temas son interpeladores y llegar a eso a través del humor es un reto. Lo que Gonzalo (Gutiérrez, el director de Yaco TV) hace es valiente. Ahora ya no hay mucha crítica de nada, hay esta vocación por quedar bien con todo el mundo, todo el tiempo”.
Por estos días, la actriz y socióloga responde acerca de la dalina de Nubeluz. Considera que la película ayudará a hablar de la depresión, de la salud mental. “Se trata de desestigmatizar tu sufrimiento. Me parece muy importante hablar de las cosas que no queremos, todos atravesamos por eso con diagnóstico o sin diagnóstico. Además, porque vivimos en un país complicado. Yo reconociendo los privilegios que he tenido también paso por eso, pero no es la realidad de una mayoría que tiene que sobrevivir con otras adversidades”.
También tuvo que hablar sobre la presencia de Andrés Wiese en el filme y las denuncias de acoso. “Una persona tiene que hacerse cargo de sus propios actos ¿no? Me llama la atención cómo a las mujeres nos piden una coherencia rigurosa y si somos feministas, el cuestionamiento es más fuerte. El feminismo quiere habilitarte lugares de poder, no hacerte renunciar a ellos. Ninguna mujer debería pasar por eso”.
Silvana acaba de leer el tuit de un rockero insultando a Tito Catacora por pedir apoyo al cine peruano. “En otros países hay estos iconos de la resistencia, ¿no? Desde la música tratan de contraponerse al poder para luchar contra los grupos políticos y económicos que se imponen, pero aquí es todo lo contrario. Ha sido un agravio contra alguien con tantísimo mérito”.
La actriz hizo un evento para recaudar fondos para las víctimas de la represión en el Gobierno de Merino. Ahora cree que el panorama no es muy distinto a los 90. “Lo que está pasando con el cine es una muestra. Finalmente, terminan primando los intereses de los grandes grupos y la violencia impune que ha ejercido el Gobierno de Boluarte”. (Nos responde antes de conocer la muerte de Alberto Fujimori).
Estás en una comedia que puede incomodar. Hay un sector que nunca se pronuncia.
La idea no es quedarnos sin trabajo, pero no claudicar en nuestros ideales y valores es algo que yo he tratado de hacer a lo largo de mi vida y no siempre me ha funcionado, a veces no resulto tan querida y puedo terminar siendo, entre comillas, problemática. A veces decir cosas resulta incómodo y ya no eres tan requerida ni tan necesaria. Hay voces más cómodas.
¿Te ha pasado?
Sí, me ha pasado decir lo que pienso, hacer valer mis derechos y ya no… ser tan convocada. Cumplo 30 años en algunos meses y cuando pienso en mi trayectoria como joven y niña, no me sentiría cómoda que hoy tire los evangelios por tierra y me amiste con lo que no considero justo.
¿Mónica Santa María es uno de los personajes que toda actriz buscaría hacer?
Es un personaje regalo. Cuando estaba en América Kids, los camarógrafos me decían que les hacía recordar a Mónica. Un día me puse a revisar en internet para ver de quién se trataba y dije: “Cuando se haga algo relacionado a ella, voy a hacerlo”. Tengo una relación con el proyecto muy fuerte.
¿Cómo fue la construcción?
Fueron tres meses o cuatro meses, hice varios castings durante el proceso, fue agónico. Y desde que empezamos a trabajar, después de una lectura de guion, le dije al director (Sergio Barrios): “Voy a estar completamente inmersa en las emociones del personaje, me tienes que agarrar la mano porque voy a estar muy vulnerable”.
Entonces, por un tiempo fuiste ella.
Sí, las emociones me han atravesado. Sientes un dolor permanente. Sus emociones no eran sencillas, no solo las relacionadas a la tristeza sino a la felicidad extrema y luego una caída emocional significativa.
¿Descubriste qué pudo abrumarla tanto?
La premisa es que existe una confusión. Ella no sabe qué le está ocurriendo y lejos de pedir ayuda, prevalece esa desorientación. Esto va afectando sus relaciones.
¿Influye la televisión, el peso mediático?
Te puedo responder a nivel personal –es un lugar donde no se ahonda en la película–, pero los medios (la televisión y las redes sociales)inevitablemente te presionan para que estés bien todo el tiempo, para mostrar tu mejor cara, la presión por estar feliz y, en ella, además, el estar linda y esbelta.
Hay una frase en el tráiler. Mónica dice: “Yo nunca estoy triste”.
El personaje al decir esto reconoce cuál es el rol que cumple. Es triste asumirte en este lugar donde no puedes caer, donde no puedes visibilizarte como una persona vulnerable y siempre dar la talla para los demás. La película aborda matices y uno puede ver la complejidad más allá de esta figura televisiva. No es un policial y está situada en un contexto en el cual hablar de salud mental era casi imposible. Hablar solo de las últimas 24 horas sería cruel.
Cuando se quitó la vida, se repetía: “Lo tenía todo”. ¿Qué piensas de esa frase?
La película nos ayuda a pensar y reinterpretar qué significa ese “todo”, esos horizontes que no nos atrevimos a cuestionar, donde apuntamos sin pensar qué otras cosas son realmente valiosas. No quiero romantizar no tener dinero o reconocimientos, apuntemos a eso, por supuesto, pero no como los únicos valores y norte que tengamos.
¿Y qué es el éxito para ti?
¡Uy! Cuando era chica, para todos era extraño que no continuara (en televisión) con proyectos ya avanzados. Pero para mí el éxito era reconocerme en otros espacios en los que me quería desarrollar. El día que ingresé a la universidad fue uno de los días más importantes de mi vida y quizá para otros he hecho proyectos más interesantes. Yo he tratado que el éxito sea algo más personal y alejarme de los medios no era el fin del mundo, ya había construido una autopercepción más valiosa.
CINE: Actuó en Tarata y fue la hija de Flora Tristán en La herencia de Flora. Por coincidencia, la novela La campana de cristal la acompañó en el último rodaje. Junto con Anaí Padilla, Emanuel Soriano, Óscar Meza, Linda Gonzales y Gabriel González, protagoniza el proyecto que nació durante la pandemia. Yaco TV se proyecta el 19 y 26 en Selina, Miraflores. Y, Sube a mi nube ingresa a cartelera.
