Una veintena de personas fueron detenidas en Cuba por traficar y distribuir drogas, entre ellas "el químico", un narcótico sintético que ha ganado terreno entre los jóvenes de la isla, informó el viernes la prensa estatal.
En un local de Marianao, municipio del oeste de La Habana, las autoridades incautaron una cantidad no precisada de envoltorios de esta droga artesanal confeccionada con la mezcla de marihuana y fármacos, que se vende a bajo precio en algunas calles de la capital.
Esta acción realizada "hace unas semanas" permitió a las autoridades "la detención de 22 ciudadanos vinculados al expendio de estas sustancias", dijo a la televisión estatal el jefe local del ministerio del interior, Yander Hasty.
Hace unos meses circularon en redes sociales videos que muestran a jóvenes eufóricos tambaleándose, totalmente paralizados o hablando sin sentido, cuya autenticidad la AFP no pudo comprobar, que expertos vinculan al uso de estas sustancias.
Estas imágenes causaron preocupación entre padres de familia y especialistas, que han alertado que la edad de inicio de consumo de este tipo de drogas ha disminuido a los 13 o 14 años.
"Uno se engancha de varios días consumirlo y de estar activo (...) yo perdí muchas cosas, perdí mi familia, mi dignidad, yo no tenía ni vergüenza", dice de manera anónima al portal de noticias Cubadebate una joven de 18 años que se inició en las drogas a los 15 y lleva un mes en un centro de rehabilitación.
Además, en otro operativo fueron arrestados dos "extranjeros" en el aeropuerto internacional de esta capital cuando llegaban con envoltorios de cocaína oculta en el interior de su cuerpo, añadió el reporte.
El tribunal de La Habana solicitó para estos dos detenidos una condena de 15 años de cárcel por "delitos relacionados con las drogas ilícitas o sustancias de efecto similar".
En el tribunal también se solicitaron 10 años de prisión para otro hombre cubano detenido en una estación de autobuses con un paquete de marihuana.
De acuerdo con las autoridades judiciales, el 96% de las personas juzgadas por tráfico o tenencia de drogas han sido sancionadas.
El código penal de la isla comunista prevé penas de hasta 30 años de cárcel por estos delitos, así como cadena perpetua y pena de muerte.
