Esta especie, conocida por ser el ave más peligrosa del mundo, ha destacado tras la exitosa reproducción en cautiverio de un polluelo en el parque de aves Birdland, en el Reino Unido. Este nacimiento es histórico porque están en riesgo de extinción y marca un éxito importante en la conservación de la especie, que ha sido objeto de múltiples esfuerzos por parte de los cuidadores durante décadas.
El ave es considerado el pariente más directo de los dinosaurios, se caracteriza por su comportamiento agresivo, lo que lo ha hecho famoso por su peligrosidad. Su supervivencia ha sido amenazada por la deforestación y la pérdida de su hábitat natural. El nacimiento de esta cría es un gran paso para los programas de conservación en Europa, y ha generado gran expectativa entre los visitantes de Birdland.
El casuario meridional es conocido como el ave más peligrosa del mundo debido a su fuerza, tamaño y su comportamiento agresivo cuando se siente amenazado. Puede medir hasta 1,7 metros de altura y pesar más de 45 kilogramos, lo que lo convierte en una de las aves más grandes del planeta. Sin embargo, lo que realmente lo hace temido son sus afiladas garras de 10 centímetros, que actúan como dagas y pueden infligir heridas mortales. Estas garras son su principal arma, y ha habido múltiples incidentes documentados donde personas han resultado gravemente heridas o incluso fallecido tras ataques de casuarios.
Esta ave puede correr a velocidades de hasta 50 kilómetros por hora y saltar hasta 2 metros de altura, lo que la convierte en un depredador formidable en su entorno. A lo largo de los años, su comportamiento agresivo y su capacidad para defenderse han generado una reputación aterradora, pero al mismo tiempo, es una especie clave para los ecosistemas tropicales donde habita, ya que juega un papel importante en la dispersión de semillas.
El reciente nacimiento de un polluelo de casuario en Birdland, representa un hito importante en la conservación de esta especie. El parque lleva más de 25 años intentando criar casuarios en cautiverio, y este éxito es parte del Programa Europeo de Especies en Peligro (EEP), que se centra en la protección de especies amenazadas. El polluelo, que fue incubado y está siendo cuidado por su padre, es el cuarto casuario que nace en Europa en 2024 y el primero en el Reino Unido en tres años.
El proceso de cría de casuarios en cautiverio no es sencillo, ya que requiere la recreación precisa de las condiciones ambientales necesarias para su reproducción. En la naturaleza, el macho es el encargado de incubar los huevos y cuidar a las crías durante los primeros meses de vida. Esta dinámica ha sido replicada exitosamente en Birdland, donde los cuidadores han seguido cuidadosamente cada etapa del proceso.
El casuario es considerado uno de los parientes vivos más cercanos de los dinosaurios, y su estructura física lo demuestra. Su cuerpo masivo, su capacidad para correr a gran velocidad y sus peligrosas garras lo asemejan a los animales prehistóricos que alguna vez dominaron la Tierra. Al igual que ellos, el casuario tiene una morfología que lo ha convertido en una de las especies más resistentes a lo largo de los siglos. Su linaje se remonta a algún momento entre finales del Oligoceno y mediados del Mioceno, cuando se separó de sus parientes evolutivos más cercanos, los emús.
Esta ave es nativa de los bosques tropicales de Nueva Guinea y el norte de Australia, donde habita en zonas densamente cubiertas de vegetación. Su dieta omnívora, que incluye frutas, hongos y pequeños animales, lo convierte en una pieza clave para la dispersión de semillas en sus ecosistemas. De esta forma, el casuario contribuye al equilibrio de los bosques tropicales, lo que refuerza la necesidad de proteger esta especie en peligro de extinción.
A lo largo de la historia, los casuarios han sido responsables de numerosos ataques, algunos de ellos fatales. Uno de los incidentes más documentados ocurrió en 1926 en Australia, donde un joven falleció tras un ataque de casuario. Más recientemente, en 2019, un hombre en Florida, Estados Unidos, perdió la vida después de ser atacado por uno de sus propios casuarios en cautiverio. Estos eventos han reforzado la fama de esta ave como una de las más peligrosas.
En Birdland, los cuidadores toman precauciones extremas para manejar a los casuarios, conscientes de los riesgos que conlleva trabajar con ellos. Esta especie es la única en el parque que tiene una evaluación de riesgos exclusiva, y su manejo requiere medidas de seguridad rigurosas para evitar incidentes.