Este miércoles 11 de septiembre se confirmó el fallecimiento del exdictador Alberto Fujimori a los 86 años de edad. Fujimori fue presidente del Perú entre 1990 y 2000, un gobierno marcado por autoritarismo, violaciones a los derechos humanos y una serie de acciones políticas que hasta el día de hoy siguen siendo tema de debate.
Fujimori llegó al poder en 1990, en medio de un contexto de inestabilidad económica y violencia interna que afrontaba el país y derrotando inesperadamente al entonces candidato y escritor Mario Vargas Llosa. Durante sus primeros años de gobierno, implementó políticas neoliberales que estabilizaron la economía, combatiendo la hiperinflación y atrayendo inversión extranjera.
Sin embargo, en 1992, Fujimori protagonizó un autogolpe, llegando a disolver el Congreso y consolidando el control sobre todas las instituciones del Estado. Esta decisión marcaría el comienzo de su gobierno autoritario, que estuvo acompañado por graves violaciones a los derechos humanos, entre ellos, las desapariciones y ejecuciones extrajudiciales cometidas por fuerzas de seguridad contra ciudadanos bajo el argumento de la lucha contra el terrorismo.
Uno de los episodios más oscuros de su mandato fue la política de esterilizaciones forzadas, que afectó a millas de mujeres en el Perú, en un claro abuso de los derechos humanos. A pesar de que se presentó como un procedimiento voluntario, muchas denuncias de organizaciones no gubernamentales y medios de comunicación revelaron que miles de mujeres fueron esterilizadas sin su consentimiento. Aunque las primeras denuncias surgieron pronto, la investigación fiscal contra Fujimori y sus exministros no se abrió formalmente hasta 2004.
Las masacres de Barrios Altos y La Cantuta fueron otros de los episodios donde se reflejó las violaciones a los derechos humanos cometidos durante el gobierno de Alberto Fujimori. En 1991, un grupo de 15 personas, entre ellas un niño, fue asesinado en Barrios Altos por el grupo militar encubierto Colina. Este grupo, actuando bajo el mando de Fujimori, era responsable de realizar operativos encubiertos contra presuntos miembros de grupos subversivos, pero en este caso, la operación resultó en una matanza indiscriminada de civiles.
En el año 2000, luego de un escándalo de corrupción que involucró a su mano derecha, Vladimiro Montesinos, Fujimori huyó a Japón, desde donde intentó renunciar a la presidencia. Años más tarde, en 2007, fue extraditado de Chile y procesado en Perú. En 2009, fue condenado a 25 años de prisión por violaciones a los derechos humanos y corrupción, incluyendo las ejecuciones extrajudiciales durante su gobierno y el uso indebido de fondos públicos.
En diciembre de 2017, Fujimori recibió un indulto humanitario por parte del entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski, argumentando graves problemas de salud. Sin embargo, la decisión desató una ola de protestas en el país y fue vista por muchos como un pacto político para evitar la destitución de Kuczynski.
A lo largo de los años, Fujimori continuó recibiendo atención pública, tanto por sus problemas de salud como por las numerosas iniciativas para su liberación. En prisión, Fujimori siempre mantuvo una relación directa con su partido, Fuerza Popular, encabezado por su hija Keiko Fujimori, quien ha intentado múltiples veces alcanzar la presidencia. Incluso, hace meses anunciaban que Alberto Fujimori se lanzaría a la presidencia nuevamente con miras a las elecciones del 2026.