El Congreso de Argentina ratificó el miércoles el veto del presidente Javier Milei a una ley que otorgaba un aumento a los jubilados, a pesar de una movilización de miles de personas frente al parlamento que terminó con enfrentamientos entre un grupo y la policía.
En los alrededores del Congreso, en medio de fuertes medidas de seguridad, el veto del presidente Milei fue rechazado por miles de jubilados y miembros de organizaciones sociales.
En una áspera sesión que se prolongó por más de cuatro horas, la decisión del presidente quedó firme al no alcanzar los dos tercios necesarios para rechazarla, mientras 87 diputados respaldaron con su voto la postura del gobierno.
Milei celebró la decisión en la red X: "Hoy 87 héroes le pusieron un freno a los degenerados fiscales que intentaron destruir el superávit fiscal que los argentinos con tanto esfuerzo logramos conseguir".
Tras la votación, los manifestantes -entre ellos, jubilados- fueron repelidos por la policía con gas pimienta y balas de goma, en un clima de tensión. El canal de noticias TN dio cuenta de 12 heridos y 3 detenidos, cifras no confirmadas por el momento por fuentes oficiales.
"Cuando mires a los ojos de cada jubilado, mirá bien el nombre de cada diputado", decía uno de los cientos de carteles que portaban los manifestantes frente al Congreso en la concentración.
La ley, que había sido aprobada por mayoría en ambas cámaras, otorgaba un aumento de 8,1% a los pasivos, en un contexto de más de 250% de inflación anual.
Pero Milei, un ultraliberal, la vetó por ser "manifiestamente violatoria del marco jurídico vigente en tanto no contempla el impacto fiscal de la medida ni tampoco determina la fuente de su financiamiento".
"No podemos dictar leyes que determinen erogaciones sin saber cómo se van a solventar", dijo la diputada oficialista Juliana Santillán, de la Libertad Avanza, al justificar su voto. "No podemos gastar lo que no tenemos, no hay plata", agregó, citando una de las frases de cabecera de Milei.
Ese "es un argumento falaz", planteó el diputado Rodrigo De Loredo, presidente del bloque de la Unión Cívica Radical (UCR), que se dividió en esta decisión.
"Tenemos una obligación constitucional (...), vamos a intentar que el gobierno recapacite", dijo al calificar como "feroz el ajuste que recibieron los jubilados".
Patricia de Luca, una psicóloga que acaba de jubilarse dijo sentirse "traicionada y desesperanzada" por sus representantes en el Congreso que refrendaron el veto.
Desde que llegó a la presidencia el 10 de diciembre, Milei enarboló la meta del equilibrio fiscal.
Sin embargo, en julio decretó un incremento del 700% en el presupuesto de la Secretaría de Inteligencia del Estado con la asignación de una partida extraordinaria de unos 102 millones de dólares en gastos reservados, es decir sin obligación de rendición de cuentas.
En el primer semestre de este año, Argentina obtuvo el primer superávit fiscal desde 2008 con la implementación de un drástico recorte del gasto estatal, que se tradujo en miles de despidos, la paralización de las obras públicas, reducción del presupuesto para universidades, institutos de ciencias, investigación y desarrollo, y de los subsidios a las tarifas de los servicios públicos.
Argentina se encuentra en recesión económica, con 7,7% de desempleo, 236,7% de inflación anual y la mitad de la población en la pobreza.