El máximo tribunal de la Unión Europea desestimó este martes 10 el último recurso legal presentado por Apple contra una orden de la Comisión Europea que le exige pagar 13.000 millones de euros en impuestos atrasados a Irlanda, lo que pone fin a una prolongada disputa. Esta decisión confirma la postura de la Comisión en su lucha contra las ventajas fiscales selectivas otorgadas a la multinacional.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea revocó la decisión de un tribunal inferior y ratificó la postura de la Comisión Europea de 2016, declarando que Irlanda otorgó a Apple una ayuda fiscal ilegal que debe ser recuperada. La apertura del caso en 2016 generó una fuerte reacción de Apple, cuyo director general, Tim Cook, calificó el proceso como "basura política total".
Además, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, criticó a la comisaria europea Margrethe Vestager, responsable de la campaña contra los acuerdos fiscales especiales y las grandes tecnológicas estadounidenses, llamándola la “señora de los impuestos” y acusándola de "odiar" a Estados Unidos.
La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la Unión Europea, acusó a Apple de haber llegado a un acuerdo fiscal ilegal con las autoridades irlandesas, lo que permitió a la multinacional pagar impuestos extremadamente bajos. En 2020, el Tribunal General de la Unión Europea falló en contra de esta acusación, pero dicha decisión ha sido anulada ahora por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que reafirma la postura de la Comisión en la disputa.
“Estamos decepcionados con la decisión de hoy, ya que el Tribunal General había revisado previamente los hechos y anuló categóricamente este caso”, expresó Apple en un comunicado, manifestando su desacuerdo tras el fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que revocó la decisión anterior favorable a la empresa.
La Comisión que determinó hace 8 años que Irlanda había concedido un trato de favor que permitió que Apple no pagase apenas impuestos en el bloque durante 11 años, intensificó drásticamente el debate sobre si las grandes corporaciones estadounidenses pagaban lo que les correspondía en todo el mundo.
La Comisión sostuvo que Irlanda concedió unas exenciones fiscales tan generosas a Apple que el tipo efectivo del impuesto de sociedades que abonó sobre sus beneficios bajó del 1% de 2003 al 0,005% en 2014. Apple ha rebatido esas cifras.
El fallo ratificado ahora es una de las agresivas medidas adoptadas por la UE para exigir responsabilidades las empresas estadounidenses, especialmente a las tecnológicas, en virtud de las leyes comunitarias sobre fiscalidad, competitividad y privacidad.
El tribunal con sede en Luxemburgo resuelve definitivamente el caso y da así la razón a la Comisión Europea, que en 2016 concluyó que la multinacional se había beneficiado de un trato fiscal selectivo entre 1991 y 2014 que permitió a la firma estadounidense pagar sustancialmente menos impuestos de los que debería.
Tanto Apple como Irlanda recurrieron esta decisión ante la Justicia europea, que en una primera sentencia en 2020 dictaminó que Bruselas no había demostrado la existencia de una ventaja fiscal selectiva concedida a Apple Sales International (ASI) ni a Apple Operations Europe (AOP).