El Directorio de Petroperú, presidido por Oliver Stark, anunció la renuncia de todos sus miembros, tras haber advertido al gobierno desde el inicio de su gestión sobre la insostenibilidad financiera de la empresa. La carta fue publicada luego de que su presidente anunciara, semanas atrás, que tomarían esta medida si el gobierno no actuaba frente a la crisis. Finalmente, la renuncia se formalizó después de reiteradas alertas sobre la crítica situación financiera de Petroperú y la necesidad de tomar decisiones drásticas para garantizar su viabilidad.
El presidente de Petroperú, Oliver Stark, señaló previamente sobre la posibilidad de la renuncia total del directorio si el Gobierno no tomaba medidas urgentes para abordar la crítica situación financiera de la empresa. Desde mayo, el directorio había estado esperando una respuesta del Gobierno Central sin obtenerla, lo que llevó a una situación insostenible de sobreendeudamiento y falta de liquidez. Stark señaló que el gobierno no había adoptado medidas en más de tres meses, a pesar de las advertencias sobre la posible quiebra de la empresa.
En ese momento, el Directorio planteó tres opciones al gobierno: continuar inyectando capital sin cambios organizacionales, aceptar la quiebra y liquidación, o realizar una reestructuración profunda con apoyo de una firma internacional y una inyección de capital gubernamental. Sin embargo, ante la falta de acción gubernamental, el directorio decidió presentar su renuncia irrevocable, destacando que no querían ser parte de una gestión que no tenía futuro
Luego de la advertencia hecha por el Directorio de Petroperú, el ministro de Economía y Finanzas, José Arista, descartó la privatización de Petroperú, a pesar de la grave crisis financiera que enfrenta la empresa. Arista señaló que la privatización no es una opción viable en este momento, ya que Petroperú no es un "imán de inversión privada" debido a su situación actual. En lugar de eso, el ministro propuso la contratación de un gestor privado para administrar la empresa, lo que permitiría implementar prácticas de gestión internacionales sin implicar una privatización total. El primer ministro, Gustavo Adrianzén, también reiteró que la presidenta Dina Boluarte ha descartado la privatización, enfatizando el importante rol que Petroperú juega en las zonas alejadas del país.
El sindicato de trabajadores y administrativos de Petroperú ha rechazado categóricamente las acusaciones del Directorio de la empresa, que atribuían la crisis financiera y estructural de Petroperú a la injerencia sindical. Los representantes sindicales, como Antonio Leonardo Manosalva Alarcón, director del Sindicato Único de Trabajadores de Operaciones Selva, argumentan que las dificultades actuales no son resultado de la injerencia sindical, sino de las malas decisiones tomadas por gobiernos anteriores y directores sin experiencia en el sector de hidrocarburos.
Los sindicatos destacan que no tienen funciones administrativas dentro de la empresa y que la responsabilidad de la gestión recae en la Junta General de Accionistas (JGA) y el Directorio. Además, critican la falta de transparencia del Directorio en cuanto al impacto financiero de la Nueva Refinería Talara (NRT), un proyecto costoso que, según los sindicatos, es una inversión a largo plazo que generará rentabilidad en los próximos años.